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BALONCESTO

Tres equipos en estado de gracia

Lagun Aro, Caja Laboral y Gescrap ratifican su buen momento con tres victorias

Betts, del Lagun Aro evita el lanzamiento de Kendall.
Betts, del Lagun Aro evita el lanzamiento de Kendall.lavandeira (EFE)

Pasada la frontera de la Copa del Rey, que festejó a Lagun Aro y Caja Laboral (que se enfrentarán en cuartos de final) y castigó las dudas del Gescrap Bizkaia, los tres equipos vascos sumaron ayer tres victorias que anuncian un estado de gracia para el segundo objetivo, la lucha por los play off para el título que se dilucidan al término de la Liga regular. Lagun Aro es quien mejor batea sus alas. Acuciado inicialmente por el descenso, luego redimido con una racha triunfal, y finalmente premiado con su primera presencia en la Copa, dio cuenta ayer del Obradoiro con un resultado (80-88) y un partido solventes que de momento le sitúan séptimo en la clasificación de la Liga Endesa. Fue lo suyo un ejercicio de triplismo. Hasta 15 anotaron los jugadores del equipo guipuzcoano, con una tripleta singular: Panko, Salgado y Vidal, con la muñeca suelta y la tensión lo suficientemente baja para que no tiemble el pulso. No es la cancha del Obradoiro la más propicia para gobernar un partido, pero el Lagun Aro lo tuvo siempre bajo control.

Otra tripleta, la formada por Bjelica, Oleson y TeletoviC, acostumbrados al tiro exterior, también a muñequear desde fuera de la pintura, impulsaron al Caja Laboral en el pabellón de San Pablo sevillano para doblegar (66-73) al Banca Cívica (antiguo Cajasol) que estrenó su nueva denominación con el peor resultado posible. También tuvieron los de Ivanovic el control y la pausa durante todo el partido, impidiendo los intentos del equipo andaluz de recuperar el marcador. Primero fue Bjelica el que sostuvo al Baskonia, para que al final Oleson y el que nunca falta, Teletovic, remarcaran a victoria azulgrana que les mantiene en la tercera posición.

El Bizkaia tendía enfrente a la revelación de la Liga, el Lucentum de su viejo conocido Txus Vidorreta que volvía por primera vez a Bilbao en el banquillo visitante. Poco tuvo más que hacer que agradecer el apoyo del público, porque su equipo en ningún momento dio la sensación de poder ni con el rival ni con el partido. El Bizkaia, al amparo de D´Or Fischer. Tanto en ataque como en defensa lo desdibujó en un pis pas y la victoria pudo haber sido de escándalo aunque finalmente se redujo a un diplomático 73-60.

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