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Un espartano en la lucha

El País

Adolfo Muñoz (Baños de Ebro, 1959), conocido por todos como Txiki con sus casi dos metros de altura, sustituyo a José Elorrieta como secretario general después de dos décadas de mandato de este último en el duodécimo congreso que ELA celebró el mismo año del relevo en LAB (2008), pero seis meses después.

Despúes de más de 32 años de trabajo en el primer sindicato vasco, Muñoz se hacía así con el timón de mando. Su trabajo como representante de ELA comenzó en un taller de la multinacional vitoriana de pilas Cegasa. Mientras tanto, se graduó en la UNED, licenciándose en Derecho, y después aprendió euskera.

Fue responsable en Álava de la Federación de Servicios Públicos de su organización desde 1989 hasta 2000 y secretario general de la Federación del Metal a partir de 2003.

En 2004, se convirtió en el máximo responsable de la negociación colectiva de ELA. Al asumir esa responsabilidad se encontró con una huelga, la de la multinacional alemana Pferd Ruggeberg (Caballito), que acabó convirtiéndose en el conflicto laboral más largo de Euskadi: 745 días.

Discreto y espartano en sus hábitos combina, como sus antecesores, un papel social y político al frente del sindicato, siempre con una máxima heredada como objetivo de su acción: ejercer un sindicalismo de contrapoder.

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