El ERE reduce al mínimo la Agencia Catalana de Cooperación
La dirección gana peso con el expediente, que afecta mayoritariamente a los técnicos del ente La oposición denuncia que la directora de servicios se ha subido el 40% el sueldo
La Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo queda reducida al mínimo tras el drástico recorte presupuestario (desde 2010, aproximadamente el 77% de tijeretazo) y el expediente de regulación de empleo que presentó la dirección del ente público. El director de la Agencia, Carles Llorens, compareció ayer en el Parlament para justificar el ERE. La oposición lo recibió con una catarata de críticas por su gestión y los resultados del expediente. Una vez realizados 42 despidos, la agencia pierde más de la mitad de los técnicos que trabajaban en sus proyectos y mantiene prácticamente intacta su estructura de administración. La dirección no se ha visto afectada por el ERE. Antes del expediente, según datos de los trabajadores, había 66 técnicos, 21 administrativos, y 10 directivos; en la actualidad, hay 31 técnicos, 14 administrativos, y 10 directivos. Así, el peso del personal que lleva directamente los proyectos es el 56%; el 44% es el personal de gestión. Con estos datos, los partidos de la oposición sentenciaron que el modelo catalán de cooperación tiene los días contados.
Llorens se contradijo en la defensa del ERE. El director de la agencia justificó la decisión por los recortes que ha emprendido la Generalitat. Pero, acto seguido, aseguró que con el mismo presupuesto igualmente se habrían producido los despidos. "Nos encontramos una agencia muy sobredimiensionada. Para hacer cooperación no hacen falta 105 trabajadores", afirmó. La intención de Llorens desde que se hizo cargo del ente es cambiar su modelo para externalizar proyectos, decisión a la que se oponen tanto los trabajadores como los partidos de la oposición.
El Partit dels Socialistes e Iniciativa han denunciado irregularidades en el Expediente de Regulación de Empleo
El Partit dels Socialistes e Iniciativa han denunciado irregularidades en el ERE. "Peor, imposible", sentenció la diputada socialista Núria Segú. El ecosocialista Joan Boada denunció que Llorens ha subido el sueldo a la directora de servicios de apoyo de la agencia el 40%, 22.000 euros más al año que su antecesor en el cargo. "No sé a quién debe apoyar, si ya no quedan técnicos", ironizó Boada. Ambos diputados denunciaron la "caza de brujas" que la dirección ha practicado con el ERE. Según los datos citados por ambos, la agencia ha despedido a las cuatro embarazadas que estaban en plantilla, a la única persona que estaba de baja por enfermedad de larga duración y a dos de las cuatro trabajadoras que eran baja por maternidad. Boada también recalcó que, entre los despedidos, se encuentran tres de los cuatro trabajadores homosexuales y cinco de los seis extranjeros. "Ha mostrado una sensibilidad muy grande en este proceso", ironizó de nuevo el ecosocialista.
Llorens evitó responder a la pregunta sobre el sueldo de su directora de servicios de apoyo. De hecho, en paralelo a la presentación del expediente, la dirección del ente ocultó sus sueldos. Llorens aseguró que el ERE se ha hecho con total legalidad y ha escapado a las cifras presentadas por la oposición: "Me parece increíble que tenga que explicar si hemos actuado con razones racistas u homófobas. No hemos mirado si los trabajadores son nacionales o tienen origen extranjero. No me he preguntado la tendencia sexual de los trabajadores". Llorens celebró que, con el ERE, la agencia se ha ahorrado 2,5 millones de euros. El pago de las indemnizaciones a los despedidos costará a las arcas públicas 670.000 euros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.