Pan con tomate para Pierre Cardin

La pasarela de Barcelona es cada día más diversa. Cabe casi todo, desde los diseñadores más emergentes a las marcas más conocidas como Mango y Desigual, que están en el escaparate de la esquina. La jornada de 080 Barcelona Fashion arrancó ayer con el desfile de TCN en lo que realmente se puede denominar sin complejos un marco incomparable: la plaza del Rei.

A la lencería de la marca catalana —el resto lo presenta la semana que viene en Madrid— siguieron las propuestas más creativas de Josep Abril y Celia Vela, y cerraron la jornada Karlotalaspalas, Montse Liarte y Alexis Reyna. Fue solo el primer día de un proyecto que se consolida, según el consejero de Empresa de la Generalitat, Francesc Xavier Mena.

El consejero dio la bienvenida en varios idiomas, como ya es habitual, y añadió en catalán: “No queremos farándula, queremos hacer industria viva”. La Generalitat ha pagado un millón de euros para organizar esta edición, el 40% menos que el pasado verano. Las marcas participantes, en total 19, se pagan todas sus desfiles. “Sumando esfuerzos iremos más allá; por eso apostamos por la cooperación entre los más consolidados y los emergentes”, afirmó Mena.

Totón Comella, la diseñadora de TCN, presentó una colección recuperando la esencia del pijama. Ella dice que ahora se busca potenciar “lo de toda la vida”. Comella se siente a gusto desfilando en Cibeles, en Madrid y en Barcelona, aunque considera que la pasarela 080 “se tiene que ordenar un poco”. Otra que busca en el baúl de los recuerdos es Celia Vela, que se da una vuelta por el altillo de una modista para desarrollar una colección con un exterior de piezas de lana muy pesadas y un interior de tules mucho más delicados. En su línea, la propuesta masculina de Josep Abril despertó muchos aplausos. ¿Cómo está el panorama? “Una de las pocas colecciones de hombre que desfila completa en Barcelona es la mía; esto sirve para responder a la pregunta”, afirmó Abril. “Estamos experimentando un crecimiento más creativo que económico; es muy complicado hacer cosas. Afortunadamente, todavía vendo fuera”, explica Abril.

Y entre desfile y desfile, marcas y otras propuestas, un invitado muy especial, el gran modista Pierre Cardin (Venecia, 1922). ¿Y por qué él? “Quería venir a Barcelona”, explicó Miquel Rodríguez, gerente del consorcio de comercio, artesanía y moda. Solo exigió una contrapartida: comerse un buen pan con tomate. A cambio dará una clase magistral en la universidad y desfilará el próximo sábado.