“Gerenabarrena no es de los que tiran la toalla”
En el entorno oficialista del ABB hay un comprensible mutismo sobre los planes de su actual presidente
Iñaki Gerenabarrena (Vitoria, 1962), como le ocurre a su amigo Joseba Egibar, sabe que le tienen ganas dentro del PNV, empezando por su casa más próxima, la territorial que dirigen. Por eso, uno y otro tienen amortizada la idea de que habrá un candidato alternativo enfrente en el inmediato proceso de renovación de su organización. La principal diferencia entre ambos es que Gerenabarrena no ha dicho aún si se presenta.
En el entorno oficialista del ABB hay un comprensible mutismo sobre los planes de su actual presidente, pero también un aviso muy claro a los navegantes: “Gerenabarrena no es de los tipos que arrojan la toalla”. Y por si el mensaje tuviera poca intencionalidad, otra advertencia: “la elección que vamos a tener ahora no tiene porqué parecerse en nada a la que se ha vivido para elegir a los representantes en el EBB porque son procesos y situaciones muy diferentes”, dijo ayer una fuente jeltzale.
La oposición cree que ya hay una nueva correlación de fuerzas en el ABB
Precisamente sobre la fotografía de situación que ha podido trasladar el respaldo en la asamblea general y en la mayoritaria organización de Bizkaia a personas críticas con Gerenabarrena, el ABB insiste en que “no es una referencia para lo que pueda pasar aquí”. De hecho, el desenlace no ha supuesto una sorpresa para la actual dirección, aunque admite, claro, que “existe” un sector de afiliados en Álava que discrepan de la línea oficial y que son el germen de una candidatura alternativa ante el inminente proceso.
Lógicamente, en la oposición a Gerenabarrena hay un controlado silencio sobre las cartas a jugar ante esta renovación, más allá de las hipótesis habituales que se identifican, entre otros, con Xabier Agirre y Jon Uriarte, personas de la máxima confianza de Iñigo Urkullu.
Desde este sector se da por “descontado” que se asiste a “una nueva correlación de fuerzas” y que el tiempo de Gerenabarrena “se ha acabado y él mismo se ha dado cuenta”. Uno de los críticos más significativos de la actual ejecutiva alavesa del PNV llega a tan optimista conclusión después de “poner en valor” el desarrollo de las últimas asambleas en las juntas municipales que marcan la temperatura del partido en esta territorial, donde se asiste a una incómoda situación tras la pérdida del Gobierno foral y a la espera de las repercusiones de los procesos judiciales en marcha, los casos De Miguel y Tellería, en relación con supuestos delitos de corrupción y escuchas ilegales, principalmente.
Mientras, en la ejecutiva del ABB niegan que exista un clima de mayor tensión derivada de la existencia de una evidente oposición a la línea de Gerenabarrena —inició su mandato en 2001— y, de hecho, entienden que “no es mayor de la existía hace años”. Quizá por ello tampoco descartan que puede precipitarse una candidatura de consenso y así evitar la imagen de guerra interna, que siempre ha procurado Urkullu como señal de identidad de su mandato.
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