Feira de Santos, daño colateral
La modificación del calendario laboral amenaza el secular encuentro comercial de Monterroso El ayuntamiento lamenta que la Xunta no le hable de sus propósitos
Hace, por lo menos y según las últimas investigaciones, ocho siglos que gallegos y no gallegos se reúnen periódicamente en el corazón geográfico de Galicia para intercambiar mercancías. De esa feria nació un pueblo, Monterroso, donde continúan encontrándose, cada primero de mes, gentes de diversa procedencia con el objetivo de comerciar. Ganado, animales de compañía, alimentos de producción artesanal, manufacturas textiles, ferreterías ambulantes, anticuarios, carnes y derivados, obras de ebanistería, aves ponedoras: por el bazar monterrosino circula casi cualquier cosa. Pero la incertidumbre de los tiempos de crisis no ha pasado de largo y amenaza con convertir la feria de Monterroso en un daño colateral de la salida neoliberal a la Gran Recesión. Es decir, de la reforma del calendario laboral que ha negociado el Gobierno de España con patronal y sindicatos bajo la excusa de “aumentar la competitividad”.
De los 12 encuentros comerciales que se celebran al año en el pueblo lucense, el de noviembre es el que, considera el alcalde socialista Antonio Gato, “ha colocado a Monterroso en el mundo”. Festivo local desde que la Xunta permite a las corporaciones municipales elegir dos jornadas con ese fin, el 1 del mes de la matanza convoca en el lugar a decenas de miles de personas. 120.000 en 2011, en datos manejados por el Ayuntamiento. Y aunque el impacto material no está cuantificado debido a las economías de pequeña escala que allí funcionan, sí existen algunos indicadores objetivos: las tasas por ordenación de los participantes que recauda el consistorio equivalen, explica Gato, a las del resto del ejercicio anual.
La supresión del puente afectará a la economía de una comarca deprimida
“La importancia de la feria la da el hecho de que la configuración urbana de la villa, lo urbano, se debe a ella”, ahonda el regidor, “a ese patrimonio, como dicen los nacionalistas, inmaterial, creado por generaciones y generaciones de monterrosinos y de gallegos”. Con esa argumentación, con las inversiones de dinero y tiempo realizadas por las administraciones locales para adecentar espacios y facilitar la difusión de la feria, y con la bonanza financiera que proporcionan a una comarca deprimida los puentes de Difuntos, el Ayuntamiento de Monterroso se opondrá a la mudanza de los festivos para los lunes del Ejecutivo de Rajoy. “El Ayuntamiento de Monterroso manifiesta el más firme rechazo al traslado de la Feira de Santos a otro día que no sea el 1 de noviembre”, reza el primer punto de la moción que el equipo municipal someterá el próximo jueves a pleno. “Supongo que el BNG la apoyará”, aventura, “no sé que hará el PP”.
El mercado fue declarado el pasado año Festa de Interese Turístico
De momento, los populares que dirigen el país desde San Caetano han anunciado que tratarán con las centrales de trabajadores y en el marco autonómico la adaptación de la norma a Galicia. Y en el disparadero figuran las festividades que, en Madrid, ya han decidido que se moverán: el 15 de agosto, el 1 de noviembre y el 6 de diciembre. “Si pasan la Feira de Santos para los lunes, se convertirá en una feria de Gontán [en Abadín] más, o en otra feria de primero de mes”. Y a los emigrantes, que en la bisbarra de A Ulloa son legión, les apetecerá menos regresar con el pretexto del puente que, usualmente, conformaba el festivo de Santos. “Los que están fuera aprovechaban esas fechas para volver”, corrobora el alcalde.
Al gobierno local le duele, además, que la Xunta no haya contactado con ellos para exponerles la situación. Ni siquiera depués de que, en mayo de 2011, otorgasen al mercado monterrosino la distinción de Festa de Interese Turístico Galego. “Echamos de menos que Feijóo no nos haya comunicado nada”, dice, “es una falta de respeto. Porque, además, con la declaración de Interese Turístico tuvieron que manejar una documentación y comprobar la importancia del encuentro”. Alguna bibliografía ha generado ya el asunto: Monterroso pasado y presente, de Antonio Yebra de Ares, o el más reciente y científico Feira de Santos de Monterroso, de María Xosé Gómez Alvite.
Imperturbable a través de los siglos y puntual cada inicio de noviembre, la Feira de Santos se enfrenta ahora a las turbulencias del capitalismo y sus consecuencias derivadas. “Esto es como si tirasen una bomba en el Pazo da Laxe [uno de los principales elementos patrimoniales de Monterroso]... No, es peor”, acierta a indignarse Gato. Y avisa de que, más allá de la moción, se reunirá con ciudadanos y asociaciones del pueblo para responder incluso en la calle al cambio de almanaque y proteger “una creación estrictamente popular, del pueblo”.
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