Un cazador mata a un hombre al confundirlo con un jabalí en Girona
La víctima era un vecino de Figueres de 24 años que buscaba cedro
Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer por un delito de homicidio imprudente a Joan B. S., un cazador de 61 años vecino de Besalú. El hombre mató de un disparo, presuntamente, a un joven de 24 años de nacionalidad marroquí al confundirlo con un jabalí durante una batida en Maià de Montcal (Garrotxa, Girona). Según informó la policía catalana, los cazadores participaban en una batida bien señalizada y habían rodeado el terreno sin advertir que había personas en su interior.
El detenido, que según sus compañeros es un cazador experimentado, se encontraba en un punto estático habilitado para la caza cuando, sobre las 9.15 horas, disparó a un arbusto. El hombre pensó que detrás había un jabalí. El disparo, sin embargo, impactó en la víctima, que recolectaba plantas en el bosque, en la zona de Can Traver, un punto cercano al santuario de la Mare de Déu del Mont donde hay una alta densidad de sotobosque, según detalló el alcalde del municipio, Joan Gainza. Al darse cuenta de lo sucedido, el hombre que disparó alertó al jefe del grupo de caza y fueron los propios compañeros quienes avisaron a los servicios médicos y a la policía, y decidieron suspender la cacería.
Gainza también explicó que el cazador responsable del disparo es un conocido constructor de Besalú y que la víctima iba acompañada de más personas que huyeron del lugar de los hechos asustadas al oír el disparo, según confirmaron fuentes cercanas a la investigación. La víctima era vecino de Figueres.
El jefe del grupo de caza, Josep Alzina, explicó en declaraciones a TV-3 que lo formaban una veintena de cazadores, 16 en parada y 4 con perros para asustar a los jabalíes y hacer que se movieran. El detenido se colocó en una parada que acostumbraba a ocupar justo al lado de un camino muy marcado por el paso de los jabalíes. “El chico ha salido de ahí en medio, y ha creído que era un jabalí”, aseguró Alzina.
El joven muerto, según los primeros indicios, estababa buscando plantas, como cedro y lentisco, para hacer fajos y después venderlos.
El presidente de la Federación de Caza de Girona, Carles Dilmé, calificó los hechos de “muy graves” y aseguró que continuarán insistiendo en todo lo relacionado con las cuestiones de seguridad y señalización, como es su obligación. Dilmé no recordaba que en la demarcación se hubiera producido nunca un siniestro de este tipo, en el cual la víctima no fuera un cazador. En los últimos años, matizó, se han extremado las medidas de seguridad, tanto con chalecos reflectantes como con intercomunicadores que permiten un contacto constante entre los cazadores que están en parada y los que van junto a los perros. “Es un hecho grave para el colectivo y, si se demuestra que ha habido un error humano, se tendrá que asumir la responsabilidad”, añadió Dilmé en declaraciones a este diario.
El cazador, que estaba muy afectado después de los hechos, quedó en libertad con cargos ayer a primer hora de la tarde. Los Mossos d’Esquadra le acusan de un delito de homicidio imprudente. El cazador tendrá que volver a declarar ante los agentes en los próximos días.
Según fuentes de la investigación, Joan B. S. tenía el permiso de armas en regla, así como todas las autorizaciones necesarias para la caza, Además, fue sometido a un control de alcoholemia y el resultado fue negativo. Tanto las investigaciones de la policía como las declaraciones de los compañeros y testigos apuntan a que se trató de un accidente, aunque el juez deberá determinar ahora el grado de imprudencia por haber efectuado un disparo sin ver claramente a la presa.
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