_
_
_
_
jazz | eva cortés

No fue una inocentada

No había otro día en el año. Eva Cortés tuvo que elegir, precisamente, el 28 de diciembre para grabar su primer CD y DVD en vivo. Y, claro, más de uno se lo tomó a chufla. Que no cuela, Eva. Servidor, por si acaso, se personó en la sala a la hora fijada, por lo que pudiera pasar. Allí estaba el escenario convertido en un plató cinematográfico y, entre las mesas, deambulaba un pequeño ejército de técnicos dedicados afanosamente a quién sabe qué cosa. Al final resultó que había que ir al concierto con un manual de instrucciones. Prohibido aplaudir después de un solo; nada de toses ni de cuchicheos. Luego ocurre que al barman se le ocurre mover las botellas de sitio en medio del solo de contrabajo, y a ver quién le dice nada. Esto es un club de jazz, señores. Conclusión: que para el segundo pase, las normas fueron oficialmente derogadas y todo pudo transcurrir entre el bullicio y la algarabía que habitualmente rodea al jazz.

Qué respiro.

Muy en su papel, la estrella de la noche refulgió bajo los focos con su vestido ceñido color rojo carmín a juego con su pintura de labios. Lo que se dice, una diva. Y políglota. Eva le canta a uno en castellano aflamencado y en inglés de Oxford; en francés aprendido durante sus largas estancias en el país vecino y en portugués de diccionario online. Le gusta dar la vuelta a las cosas: Que reste-t-il de nos amours la canta (parcialmente) en inglés; y Fragile (Sting), en francés, con la debida autorización de su autor. Un canto a la maternidad y un recuerdo para su infancia en el sevillano barrio de Los Alcores. Y detrás, Pepe Rivero, liderando el mejor trío rítmico imaginable. La audiencia le gritaba "¡guapa!". Pues eso.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_