Suspenso para el Gobierno de Mas

Suspenso para el Gobierno de Artur Mas. Según el último sondeo del Centro de Estudios de Opinión (CEO, el ente demoscópico oficial sobre la percepción de las políticas públicas y el Ejecutivo, los catalanes otorgan un 4,96 a la labor del presidente y sus consejeros. Por los pelos, pero suspenso: es la primera vez desde 2007, cuando el CEO empezó con este tipo de estudios, que el Gobierno catalán suspende. Hasta ahora los catalanes habían dado al Ejecutivo una nota que rondaba el 5,4. Los ciudadanos valoran peor la gestión de Mas que la del último tripartito. Jordi Argelaguet, director del CEO, pidió un “redondeo” para dar un “aprobado técnico” al presidente. La ajustada nota permite aferrarse a la opción técnica: el sondeo del CEO tiene el 2,95% de margen de error. La encuesta se realizó presencialmente a 1.800 personas y acabó justo antes de la campaña para las generales. Convergència i Unió venció esos comicios, lo que interpretó como un aval a su política de recortes.

El suspenso se sustenta, precisamente, en el rechazo a los recortes, señalados en el sondeo como la peor medida del Ejecutivo. Los catalanes censuran especialmente el tijeretazo en sanidad, que ha soliviantado a profesionales del sector y usuarios. La política sanitaria pasa de ser la undécima preocupación de los catalanes (el 7% lo consideraban su principal prioridad en 2009) a ser la tercera con el 25%, solo por detrás del paro y el funcionamiento de la economía. El 80% de los sondeados rechaza los recortes en este ámbito. Preguntados sobre qué política salvaguardarían del ajuste, la inmensa mayoría citan la salud como primera o segunda opción. Los ciudadanos prefieren recortar en vivienda protegida o becas, según marca el estudio.

El Gobierno suspende en global y, mirado con lupa, también en alguna de las asignaturas principales. Los catalanes ponen buena nota en transporte público, infraestructuras y cultura (todas por encima de un 5,5 de valoración) pero suspenden en la gran mayoría de materias sensibles. En este capítulo, una vez más, el descenso en sanidad es considerable. El tripartito logró en el último sondeo de estas características, realizado en julio de 2010, un 6,14 de valoración. La nota baja de un plumazo y los catalanes suspenden la labor del consejero Boi Ruiz con un 4,09.

El descenso se repite en las materias más sensibles a los recortes. La valoración de la educación pública también sufre una acusada caída: obtiene un 4,85, por el 5,75 que marcó el último sondeo. La bajada es de un punto en el caso de los servicios sociales, cuya valoración, según la encuesta del CEO, es de un 4,72. En estos tres casos, incluso los preguntados por el CEO que votaron a CiU en los anteriores comicios, suspenden su labor.

Aunque el Gobierno se ha preocupado desde el primer día por reflotar la economía y generar empleo —Mas prometió reducir a la mitad el paro—, las materias con peor nota, para los ciudadanos, son la lucha contra el desempleo (3,40), contra la temporalidad en los contratos (3,52), y la ayuda a las empresas (3,90). La confianza en Artur Mas y su equipo de consejeros para salir de la situación es poca. La mitad de los preguntados niega que el Gobierno entienda los problemas de los ciudadanos: un porcentaje aún mayor, el 63,9%, opina que no resuelve con rapidez los problemas, y el 50% de los entrevistados por el CEO cree que Mas no explica a la ciudadanía lo que hace ni el porqué.

CiU no se sorprendió por el suspenso que recibió de los ciudadanos. Según Ramon Espadaler, portavoz adjunto de CiU en el Parlament, la baja nota es lógica habida cuenta de las duras decisiones que ha tenido que tomar el Gobierno para enderezar la economía. La oposición coincidió en la poca sorpresa, aunque fue mucho más dura en el diagnóstico. Jaume Collboni, diputado del PSC, consideró “normal” el suspenso: “Se ha extendido en la sociedad catalana la sensación de que las cosas están peor que hace un año”, zanjó.