‘Karaoke Elusia’: hacerse el sueco ante el suicidio

Hablar del suicidio en la adolescencia sin tapujos ni prejuicios, con tacto exquisito, como hace Oriol Puig Grau en Karaoke Elusia, tiene efectos lenitivos, broncodilatadores y euforizantes. El dramaturgo, director y actor catalán, de 31 años, ha puesto en pie en el Teatro María Guerrero de Madrid una comedia dramática esclarecedora, divertida y medular. Tampoco tiene desperdicio el trabajo de sus tres intérpretes, veinteañeros que con una organicidad y una técnica admirables encarnan a tres compañeros de clase, pero también a otros escolares y a sus profesores, tutores y padres.

Por su proximidad generacional con los protagonistas, Puig Grau y compañía colorean vivamente los matices del vínculo que mantienen Samuel, Cristian y Anita, de 17 años, el primero de los cuales se infligió días atrás un daño que podría haber tenido un desenlace fatal. El espectáculo narra, sin quitarle hierro, el proceso de acoso que su grupo de iguales desencadena contra Samuel tras su intento de suicidio, pero también desentraña las particularidades de la hermosa amistad que este mantiene con Ana y con Cristian. Son las dos caras de una moneda lanzada al aire. ¿De qué lado caerá? Puig Grau mantiene vivo el suspense mientras en Instagram los escolares multiplican los memes alusivos al intento de Samuel. “Nunca había visto un grupo tan unido en una causa tan absurda como la de ­maltratar a un compañero”, les reprocha una profesora.

Karaoke Elusia habla del complejo proceso de construcción del yo en la adolescencia y de la manera en la que un grupo designa un chivo expiatorio, lo marca con un triángulo invertido y se toma la licencia de caer sobre él repetidamente. No hay un ápice de solemnidad ni de melodrama en el curso de la representación, dirigida con alegría, guante blanco y sentido del humor por el propio autor: bailan como locos los tres amigos en el karaoke el prodigioso Papaoutai de Stromae, cantante belga que en enero del año pasado reveló en la televisión pública francesa que había tenido ideas suicidas, pero no la determinación de llevarlas a efecto.

Las actuaciones de Biel Montoro, de 23 años, Lluís Arruga y Valèria Sorolla conmueven y tienden un puente de plata entre las criaturas que interpretan y el público. La inmediatez con la que cambian de personaje y de localización resulta asombrosa. Es un hallazgo que los intercambios de mensajes de WhatsApp se produzcan de viva voz y no en pantalla.

‘Karaoke Elusia’. Texto y dirección: Oriol Puig Grau. Teatro María Guerrero. Madrid. Hasta el 12 de febrero.

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