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Bill Callahan y Bonnie ‘Prince’ Billy: “Nos gustan Billie Eilish y Ariana Grande”

Los dos músicos unen fuerzas en ‘Blind Date Party’, un disco de versiones “a ciegas” grabado a lo largo del confinamiento, que recorre temas de Robert Wyatt, Cat Stevens o Steely Dan

Bonnie 'Prince' Billy, a la izquierda, y Bill Callahan, a la derecha, en un retrato promocional.
Bonnie 'Prince' Billy, a la izquierda, y Bill Callahan, a la derecha, en un retrato promocional.

En octubre de 2020, Bill Callahan y Bonnie Prince Billy, alias del músico ­Will Oldham, publicaron en internet una versión de ‘Blackness of the Night’, un viejo tema de Cat Stevens. En los siguientes meses los dos viejos amigos, encerrados en sus casas, siguieron lanzando lecturas de canciones ajenas, a razón de una por semana. Había de todo, de Steely Dan a Billie Eilish, pasando por Hank Williams Jr. A su lado había un puñado de colaboradores salidos de la amplia nómina del sello Drag City, la discográfica independiente de Chicago con la que ambos graban desde hace dos décadas.

El proyecto terminó convertido en un disco doble de 19 canciones, que titularon Blind Date Party (algo así como “fiesta de citas a ciegas”) por el peculiar método de trabajo que siguieron. “Es el bebé de Will, así que mejor que lo explique él”, dice Bill Callahan por videollamada, recostado en una habitación de su casa en Austin (Texas). Con 55 años y su eterno aspecto de profesor universitario de literatura, ya no es esa bestia parda que aterrorizaba a los periodistas, pero sigue siendo parco en palabras. Esa misma reputación tenía Oldham, que desde que se casó y volvió a su ciudad natal, Louisville (Kentucky), desde donde se conecta a la entrevista, parece haberse reconciliado con la vida. Mantiene sus pintas de excéntrico, pero a sus 52 años se ha vuelto amable y dicharachero. “Como casi todo, fue producto de la pandemia. Estábamos encerrados en casa y este proyecto nos dio un motivo para vivir”, explica Oldham. “Llegamos a un acuerdo por el cual cada uno de nosotros elegiría nueve canciones. Tenía que incluir tres que siempre hubiéramos querido cantar, tres que queríamos escuchar en la voz del otro y tres aptas para duetos”.

“Establecimos un método: uno se desconectaba una semana y, al volver, aceptaba las decisiones del otro. Fue genial”

Dan Koretzky, el cofundador de Drag City, recibió la lista y asignó aleatoriamente a un artista del sello la parte musical de cada canción. Esos instrumentales eran enviados a Cooper Crain (de Bitchin Bajas y Cave), quien los mezcló y los envió a la pareja protagonista para que los cantaran. “Les dimos permiso a estos artistas para que hicieran lo que quisieran. Si querían hacerlo irreconocible, adelante. Cuando recuperamos estos archivos, era como quedar con un desconocido. Por eso lo de cita a ciegas”, añade Callahan. “Al principio creí que esto iba a ser difícil, pero luego salió muy fácilmente. Supongo que en mi subconsciente siempre pensé que me gustaría escuchar a Will cantando ‘I Love You’, de Jerry Jeff Walker”.

Ese es uno de los grandes momentos del disco. La pareja, con el acompañamiento de David Pajo (Slint), ha convertido una desconocida balada country de los setenta en un himno conmovedor. “El resultado final es cosa de Bill”, matiza Oldham. “Nos dimos cuenta de que Bill y yo estábamos de acuerdo en casi todo y que era absurdo que todo tuviera que pasar por los dos. Así que establecimos un método según el cual uno de los dos se desconectaba una semana y cuando volvía aceptaba las decisiones del otro. Fue genial. Yo me moría de ganas de volver cada vez que me tocaba semana libre para ver cómo Bill lo había reordenado todo”.

Portada del disco 'Blind Date Party', de Bill Callahan & Bonnie 'Prince' Billy.
Portada del disco 'Blind Date Party', de Bill Callahan & Bonnie 'Prince' Billy.

Los dos antiguos ermitaños se conocen desde hace tanto tiempo que aseguran que no recuerdan su primer contacto. Han tocado juntos, han hecho giras juntos y comparten los mismos fans. Ambos parecen estar cómodos con su situación, estrellas underground que no se apuntan a festivales, pero que pueden llenar una sala en casi cualquier ciudad del mundo. Por eso extraña que hayan incluido una canción de un ídolo de masas, Billie Eilish, de quien versionan ‘Wish You Were Gay’. “Fue una elección de Will, pero a los dos nos encanta la canción. Me gusta lo personales que son sus temas. Es increíble que alguien que ha llegado tan lejos lo haga con un sonido tan propio. Dentro de la música comercial, es de lo más interesante que ha pasado en años”, justifica Callahan. “Hace muy buenas canciones y tiene letras estupendas. Resulta difícil de creer que alguien así haya llegado tan lejos”, le secunda Oldham. ¿Algún otro músico mainstream que los impresione? “Además de Eilish, nos gusta Ariana Grande, hace buenos álbumes”, apunta Callahan.

Hay también una versión de uno de los dúos de soft pop más blandos que se recuerdan, los australianos Air Supply. “Ahí hay trampa”, reconoce Will Oldham. “Conozco ‘Lost in Love’ por la versión de Demis Roussos”. El cantante griego fue una estrella mundial durante los ochenta gracias a su potente voz, su físico desmesurado y sus floridas canciones melódicas que encantaban a las amas de casa. “Amo todo lo que hizo Roussos, incluidas las partes más cursis”, dice Oldham, que sin embargo odia a uno de los grupos que Callahan eligió para él, Steely Dan. “Era todo tan perfecto pero tan hueco… Nunca he entendido por qué se esforzaban tanto en hacer canciones para ascensores. Pero esta canción está bien, lo reconozco”, explica mientras Callahan se ríe.

Hay también un sentido homenaje a David Berman, poeta y líder de Silver Jews, uno de esos grupos de la música alternativa de los noventa que no llegó a ningún sitio, pero que, a la vez, logró dejar una huella profunda. Berman se suicidó en 2019 y para la estupenda versión de ‘The Wild Kindness’ contaron con su viuda, Casey Berman, y un coro de 18 músicos de la escuadra de Drag City. “Desde donde estoy sentado, veo el sillón en el que David durmió la última vez que vino a mi casa, un par de semanas antes de su muerte”, interviene Oldham. “Es curioso, pero me resulta tan difícil de entender que está muerto que la pena va y viene. Vuelve cuando alguien se sienta en ese sofá, o cuando mi hija ve una foto suya y dice: ‘Es David, papá’. Teníamos muchos proyectos juntos. Íbamos a hacer una gira los tres juntos, David, Bill y yo. Y hablamos de hacer un disco de versiones de Ramones. Creo que David es también uno de los motivos de que hiciéramos este disco. En realidad, es un proyecto en el que debería haber participado”.

‘Blind Date Party’. Bill Callahan y Bonnie ‘Prince’ Billy. Drag City / Popstock!

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