Concha Jerez: “Los futbolistas están sobrevalorados”

Abanderada del arte conceptual en España, Concha Jerez (Las Palmas de Gran Canaria, 1941) lo ha ganado casi todo: el Velázquez, el Nacional de Artes Plásticas, la Medalla de Oro a las Bellas Artes. Tras protagonizar en 2020 una retrospectiva en el Museo Reina Sofía, presenta en la galería Freijo de Madrid Mediciones de tiempos (hasta el 5 de noviembre).

¿Cómo mide el tiempo un artista? Personalmente no tengo una manera especial de medir el tiempo, es decir, lo hago como la mayoría de las personas, incluyendo los tiempos familiares, los tiempos de los compromisos de trabajo, de reflexión, de descanso…

¿Qué le hizo querer ser artista? La necesidad de expresarme con la creación de obras en las que podía desarrollar mis ideas a través de la utilización de códigos diversos adecuados a ellas.

¿Qué trabajo habría desempeñado de no haber sido artista? No lo sé exactamente, aunque creo que habría sido un trabajo en el que se integrara mi capacidad de creación y de especulación con mis inquietudes sociales y políticas.

¿Qué le deben sus obras de arte a sus vivencias personales? Yo diría que, más que la influencia directa de mis vivencias personales en mis obras, es lo que han generado dichas vivencias en mi forma de ver el mundo y la consecuente forma de actuar en mi obra.

¿Qué papel cree que juega el arte dentro de la sociedad? Es fundamental porque permite el desarrollo de la capacidad de creatividad de la persona. Esa capacidad no solo es aplicable al mundo del arte, de la de la música y de la literatura, sino a la investigación científica en general y también a la resolución de todo tipo de problemas ambientales, sociales y políticos.

¿Qué echó de menos en su formación, cuando era estudiante? Una de las cosas que eché de menos fueron las asignaturas dedicadas a la creación, impartidas por profesionales adecuados y no por aficionados. También el fomento de la reflexión y potenciación de la presentación oral, respetando las ideas de las otras personas.

¿Qué obra de arte ajena le habría gustado crear? Dada mi edad y el recorrido teórico y reflexivo que he venido realizando lo largo de los años, tanto a nivel de creación, como de docencia, me resulta difícil elegir una sola obra.

¿Qué artista poco conocido en nuestro país recomendaría? Lugán, lamentablemente desaparecido hace solo unos días, el 22 de septiembre de este año de 2021.

¿Hay alguna obra de arte indeseable? Aquellas que son carroñeras de temas sociales que no respetan los derechos humanos de las personas, sobre todo las que están muy cotizadas en el mercado.

¿Qué libro ha marcado más su visión del mundo? Tampoco puedo hablar de un solo libro. Han sido muchos a lo largo de los años, ligados a las diversas etapas de mi vida.

¿Con qué canción o pieza musical se siente identificada? Me siento identificada con muchos tipos de música que oigo en momentos diversos, desde la música clásica con Bach a la cabeza, la contemporánea, el Arte Sonoro, el jazz.

¿Cuál es la película que más veces ha visto? Soy muy aficionada al buen cine y me gusta mucho verlo en las pantallas grandes. Hay muchas que he visto y sigo viendo muchas veces.

¿Qué suceso histórico admira más? Hay dos. Uno que me entristece es la Declaración de la II República en la Puerta del Sol de Madrid, tan lleno de esperanza y con un final tan trágico. El otro que me da una enorme alegría que es la Revolución de los Claveles de Portugal, que acabó con la dictadura sin derramamiento de sangre.

¿Qué está socialmente sobrevalorado? Los futbolistas y los personajes creados y servidos como modelos sociales de la industria del corazón por las televisiones y por alguna prensa especializada.

¿Qué importancia tienen los premios en una carrera artística? Para mí han sido muy importantes, primero por el reconocimiento que he sentido hacia mi trabajo, que he realizado siempre de forma independiente. También me han servido, desde el punto de vista económico, como ayuda necesaria para el día a día.

¿A quién le daría el próximo premio Velázquez? Hay toda una serie de artistas que lo merecen. Mencionaría entre las del Estado español a Eva Lootz y Eugenia Balcells. Entre las latinoamericanas señalaría a Teresa Serrano y Ana Bella Geiger.

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