El sexo con sentido

La proliferación de comidas industriales ultraprocesadas ha incrementado la prevalencia de la diabetes, la obesidad, las enfermedades coronarias, los tumores… La difusión masiva de pornografía a través de Internet ha instalado en el cuerpo social un catálogo de apetencias sexuales epidérmicas y saturadas de lugares comunes. Golfa, espectáculo escrito y dirigido por Jose Padilla, trae a debate la perspectiva dispareja desde la cual chicos y chicas abordan sus relaciones íntimas, los guiones estereotipados que se ven impelidos a interpretar y las dificultades que encuentran para relacionarse como iguales.

En esta comedia ética el autor canario se dirige sobre todo a un público joven y adolescente, al que en España los productores teatrales tienen un tanto orillado. Como director de actores y de la puesta en escena, Padilla expone su mensaje con claridad precisa, antepone lo didáctico a lo emotivo y sacrifica la posibilidad de establecer un conflicto hondo y vivaz en aras de que la función fluya cual arroyo rápido, sin remansos ni caceras de reparto que rieguen el terreno de los afectos.

En la acción dramática, tanto Fran y Amanda, expareja adolescente, como la madre de Fran y el sexólogo que conduce la sesión terapéutica abierta a la que los espectadores asistimos, están en sus casas, comunicándose entre sí a cuatro bandas a través de Zoom. La escenografía (un aspa trazada sobre el suelo evoca las que se colocan para censurar los pezones femeninos), la luz rotunda y el concepto de la puesta en escena tienen una fuerza plástica palpable. Entre los personajes, destaca por su organicidad y frescura la Amanda de María Rivera.

Golfa. Texto y dirección: Jose Padilla. Teatro Galileo. Madrid. Hasta el 22 de noviembre.