Twitter (ahora X) fue una plataforma revolucionaria para difundir información. Pero desde que Elon Musk la compró en 2022 se ha orientado a la propagación de bulos y consignas extremistas. ¿Merece la pena seguir presentes en esa red?
Los independentistas verán los eventos de las últimas semanas como otra serie de agravios que añadir a su larga lista de quejas con el Gobierno central