Una película con poca gracia
Es doloroso reconocer que sigue existiendo esta clase de personas que te humillan y que te hacen sentir que tu trabajo no vale nada
Es doloroso reconocer que sigue existiendo esta clase de personas que te humillan y que te hacen sentir que tu trabajo no vale nada
La de Zaragoza no corre, vuela, pero es un vuelo sin motor; no lo necesita. Se mantiene flotando en el aire por inercia. Es ligera, elegante, con zancada, trabajada, parece que ni se esfuerza y con mucho talento