El emperador que quiso ser inmortal
Qin Shihuang unificó China y emprendió la construcción de la Gran Muralla. El primer emperador chino fue un tirano malvado que persiguió a los intelectuales, dictó leyes injustas y en su megalomanía feroz quiso ser enterrado como un faraón con su ejército de guerreros de Xi'an. Siglos después, Mao revalorizó su figura.