Cuatro escenas del juicio contra Bolsonaro y los militares por golpismo
Las deliberaciones para dictar sentencia, que han empezado este martes en el Tribunal Supremo, durarán hasta el viernes 12


El Tribunal Supremo de Brasil ha arrancado este martes la recta final del juicio más importante de la historia reciente del país sudamericano, el que ha sentado en el banquillo al expresidente Jair Bolsonaro y a siete de sus más estrechos colaboradores. La sesión ha comenzado en la sede de la corte, en Brasilia, con 11 minutos de retraso y ha acabado una hora antes de lo previsto. La sede del tribunal, asaltada por bolsonaristas en 2023, ha desplegado un dispositivo de protección especial con la vigilancia reforzada. La primera vista ha quedado marcada por la ausencia del ex mandatario, que ha alegado problemas de salud, y por el discurso del juez instructor del caso, Alexandre de Moraes.
Esta han sido, en síntesis, las escenas que han marcado la primera sesión. Las próximas están convocadas para mañana a las nueve de la mañana, para el 9, el 10 y el 12 de septiembre. Se espera que los cinco jueces de la sala primera del Supremo empiecen a emitir sus votos el martes 9. Luego deliberarán sobre las penas hasta pactar la sentencia a los ocho acusados.
La salud de Bolsonaro
“No está bien de salud”, ha respondido el abogado del principal acusado cuando, al llegar al Supremo, le han preguntado sobre su cliente. Por recomendación médica, el expresidente ha seguido la vista desde su casa, donde está en prisión domiciliaria.
El político de extrema derecha arrastra problemas desde que en la campaña de 2018 fue apuñalado por un enfermo mental. Desde entonces ha sido intervenido en varias ocasiones, la última operación intestinal fue el pasado mayo y duró 12 horas. Tres semanas permaneció ingresado. A principios de julio suspendió su agenda por crisis recurrentes de hipo y vómitos. Anunció que se tomaría el mes de reposo, pero no fue así. Siguió públicamente activo y en cuestión de semanas acabó con una tobillera electrónica y luego, en prisión domiciliaria.
Bolsonaro ha seguido la sesión judicial junto a tres de sus cinco hijos, los concejales Carlos y Renan, y la benjamina, Laura. Eduardo, diputado, está en EEUU buscando influir en la Administración Trump y Flávio, senador, ha estado en el Congreso. La esposa del patriarca, Michelle, que preside el área de mujer del partido de ambos y tiene ambiciones políticas, ha acudido a la sede de la formación para seguir el juicio.
Otros ausentes
En Brasil, los acusados no están obligados a comparecer a las sesiones de deliberación. Durante días, los analistas han evaluado en la prensa brasileña si a Bolsonaro le beneficiaba más, en términos judiciales y políticos, asistir o ausentarse de la vista judicial. Finalmente, ha alegado problemas de salud para no estar presente.
Lo mismo han hecho otros seis de los imputados, incluido el militar implicado que decidió confesar los planes golpistas. Solo el general Paulo Sérgio Nogueira, antiguo ministro de Defensa, se ha sentado en la tribuna frente a los cinco jueces que decidirán su futuro y el del resto.
Moraes, Trump y la soberanía
El juez Moraes es, además del instructor, el otro gran protagonista del juicio. Este martes, la suya ha sido la primera intervención. Y antes de resumir el proceso judicial en términos jurídicos, con explicaciones técnicas para las defensas, ha hecho un discurso en el que ha defendido con pasión la solidez de las instituciones brasileñas, la independencia de la justicia y la soberanía.
“La impunidad deja cicatrices traumáticas en la sociedad y corroe la democracia”, ha advertido en referencia probablemente a los movimientos que el bolsonarismo impulsa para que el Congreso apruebe una amnistía.
Moraes también ha criticado la campaña emprendida por EEUU y por el presidente Trump para salvar a su aliado, que incluye unos aranceles del 50%, sanciones económicas al juez instructor y la retirada de visados a varios jueces más del Supremo.
Transparencia
La corte suprema de Brasil es una de las más transparentes del mundo, si no la más. Desde hace más de dos décadas, retransmite en directo sus deliberaciones. Tiene cuentas en muchas redes sociales, incluido TikTok. De manera que cientos de miles de brasileños han podido seguir por televisión o en sus móviles, la histórica sesión.
La retransmisión por YouTube ha llegado a reunir a casi 20.000 internautas al mismo tiempo. Más de 3.000 ciudadanos de a pie se inscribieron para asistir en personas a las deliberaciones en el juicio al expresidente, un tercio de ellos podrá hacerlo en tribunal. No hay espacio para más en el edificio modernista. También se han acreditado 500 periodistas, una décima parte de ellos, extranjeros.
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