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Tony y Mimy Succar: la increíble historia de la madre y el hijo peruanos que conquistaron el Grammy

El productor musical y su madre, retirada de los escenarios hasta hace unos años, se alzaron con el gramófono al mejor Álbum Tropical Latino después de una reconciliación familiar

Mimy y Tony Succar sostienen su grammy a Mejor Álbum Tropical Latino en Los Ángeles, California, el 2 de febrero de 2025.
Mimy y Tony Succar sostienen su grammy a Mejor Álbum Tropical Latino en Los Ángeles, California, el 2 de febrero de 2025.Jason Armond (Getty Images)
Renzo Gómez Vega

Audición a ciegas en Lima, en el set de La Voz Senior, un reality peruano que rastrea las voces más afinadas entre personas de la tercera edad que no alcanzaron el éxito en la industria musical. Es septiembre del 2021 y Tony Succar, uno de los jurados, se muerde los labios desde su asiento al escuchar una voz familiar que interpreta Químbara, ese éxito de Celia Cruz que verbaliza el repicar de un bongó. Le bastarán unos segundos para adivinar que se trata de Mimy, la primera cantante que vio en vivo, la mujer que lo parió.

Mimy vivía en Miami, criando a sus nietos, alejada de los escenarios, y a la producción del programa le pareció una gran idea darle una sorpresa a Tony, un percusionista que en el 2019 había ganado dos Grammy Latinos a Productor del Año y Mejor Álbum de Salsa. Un peruano que a los dos años había migrado a los Estados Unidos con toda su familia, y que recién se estaba dando un baño de popularidad en su patria.

Tenía la pinta de ser una escena simpática, entre tantas otras, para que una pieza del programa conecte con la gente. Pero se convirtió en una declaración de amor de un hijo a sus padres, y también en un acto fundacional. Nadie de la producción sabía que Tony y Mimy estaban enemistados y solo se saludaban con monosílabos, a raíz de que el percusionista la había apartado de su orquesta. Solo su padre, el pianista peruano de ascendencia libanesa y mexicana, y representante de Tony, tenía pleno conocimiento del cortocircuito.

Tony se emocionó tanto que en algún momento se arrodilló, puso las baquetas en el suelo, y se echó a llorar. Recordó cómo había crecido en Miami, viendo a su padre limpiando baños, fregando pisos, y pidiendo limosna. “Como muchos de los latinos en Estados Unidos pasaste por trabajos horrorosos donde te humillaron”, dijo. Y recordó también cómo su madre hizo su carrera de cantante a un lado para enfocarse en su familia y ayudarlo a lograr el estrellato.

Tony Succar en una presentación en los estudios SiriusXM, en Miami, Florida.
Tony Succar en una presentación en los estudios SiriusXM, en Miami, Florida.Jason Koerner (Getty Images)

Pero hubo más. Tony Succar prometió en televisión nacional que cumpliría el sueño postergado de Mimy: la grabación de su primer disco. “Nuestros padres también tienen sueños, y qué mejor que darles esos homenajes en vida. No soy nadie sin mis padres”, remarcó mientras recuperaba el aliento y se secaba el rostro. En el 2023, Miriam Tayrako Sakaguchi, la peruana de ascendencia japonesa, disfrutó las alegrías que todavía le reservaba la vida: el álbum de salsa y música afroperuana, Mimy & Tony, su primera producción a los 63 años. El pistoletazo de salida para una voz singular que aún merecía la posibilidad de inquietar al mundo.

Hace poco, tres años después de su reconciliación, el hijo y la madre vivieron un momento histórico en Los Ángeles, durante la edición 67 del Grammy americano. La Academia los premió con el gramófono al Mejor Álbum Tropical Latino por su concierto Alma, corazón y salsa, en el Gran Teatro Nacional de Lima, grabado a mediados del 2024. Nunca antes ningún peruano había alzado una estatuilla del Grammy anglosajón.

Su proeza es el éxito de la migración: una familia de todas las sangres que empezó de cero en un país ajeno, que burocráticamente era menos áspero. Una familia que era presa de la incredulidad: por sus ojos rasgados, nadie les creía que eran peruanos, y mucho menos que eran salseros. Salvo la Orquesta de la Luz, son pocos los casos de orientales que cultiven ritmos afrolatinocaribeños. Los Succar son una extravagancia.

En el Perú, la noticia ha sido recibida con algarabía aunque sin el desborde que causó el Nobel de Vargas Llosa en el 2010 y el regreso a los mundiales de fútbol en Rusia 2018 luego de 36 años. La salsa es un género musical importado que, si bien ha dado origen a una lista interminable de orquestas, principalmente se escucha en Lima. El resto del país lo domina la cumbia y el folklore.

Mimy Succar canta en los estudios SiriusXM, el 10 de agosto de 2023.
Mimy Succar canta en los estudios SiriusXM, el 10 de agosto de 2023.Jason Koerner (Getty Images)

Los salseros clásicos, celosos guardianes de sus vinilos y del sonido de una época, estuvieron divididos durante algún tiempo con Tony Succar. Se alegraban por su pasaporte, su historia de superación y porque los peruanos en las grandes ligas de la industria musical escasean, pero no comulgaban del todo con su swing, influenciado por el pop y la timba cubana. Caben las preguntas: ¿Cuál puede ser la esencia de una etiqueta que aglutinó a diversas melodías afrolatinas? ¿Cómo se puede ser purista con un género impuro?

Alma, corazón y salsa ha generado más unanimidad que Unity, el disco donde Succar versionó los hits de Michael Jackson en salsa. Es un álbum cantado de cabo a rabo por Mimy. Dieciséis canciones, entre temas propios y covers, donde se intercalan los ritmos afroperuanos, el bolero y la salsa en diversas tonalidades: desde la rumba hasta la salsa choke. Desfilan en la producción los colombianos de Cali Flow y la voz estelar de la Orquesta de la Luz, la japonesa Nora Suzuki. Pero sobre todo el talento peruano: Felipe Pumarada en la dirección musical, Jair Mendoza en un par de duetos, Tito Manrique en la guitarra, Coti Loyola en los coros, Edu Campos en las congas. Y también el aporte venezolano, fruto de la migración: Veruska Verdú en los coros y Cristina Velásquez en el violín.

Además de su destreza con el timbal y el cajón, uno de los grandes talentos de Succar es saber armar big bands. El músico que se volvió productor porque nadie lo llamaba para ser percusionista en sus bandas, el mismo que construyó su primer estudio en su casa y editaba sus videos, da una lección de vida al final del concierto que le valió el Grammy americano: “La felicidad es ver a tu familia brillar”. El coro de la última canción, ideada para Mimy, una celebridad después de los sesenta corona el álbum: Hoy es tu día. Tu día es hoy. Es tu momento. Gózatelo.


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Sobre la firma

Renzo Gómez Vega
Periodista y escritor. Ha escrito en los medios peruanos 'El Comercio', 'La República', el semanario 'Hildebrandt en sus Trece' y 'Salud con Lupa'. Fundador de la revista digital 'Sudor'.
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