Los incendios forestales desatan el caos y declaran estado de emergencia en Quito
La capital de Ecuador está cubierta por el humo y con las clases y las actividades labores reducidas
La capital de Ecuador ha vivido horas de terror debido a 27 incendios forestales que han cubierto la ciudad con un humo espeso y ceniza, lo que obligó a las autoridades a declarar el estado de emergencia. Los incendios comenzaron la tarde del martes en el sector residencial de Guápulo, casi simultáneamente en el Parque Metropolitano, el cerro Auqui y la autopista Simón Bolívar, que a diario acumula un intenso tráfico. La situación llevó al gobierno municipal a cerrar vías y a pedir a los ciudadanos que no se movieran, para permitir que los equipos de socorro tuvieran las calles despejadas. Mientras esto ocurría, otros seis incendios se activaron simultáneamente. Para las autoridades, estaba claro: la ciudad está bajo ataque, vícitima de incendios intencionales. “Estamos catalogando estos actos como criminales y terroristas”, afirmó Pabel Muñoz, alcalde de Quito.
Al amanecer, los bomberos lograron controlar los cuatro principales incendios, pero con el transcurso de la mañana volvieron a activarse, debido a las altas temperaturas que soporta la capital en esta época seca y a los vientos que complican el trabajo de los bomberos. Los incendios forestales de las últimas horas han dejado seis viviendas destruidas y casi un centernar personas han recibido atención médica debido al humo. El sector de Bolaño, uno de los más afectados, está ubicado en una ladera junto a la vía Simón Bolívar, la única ruta de escape para huir de las llamas. La luz del día permitió evidenciar los daños: casas y negocios consumidos por el fuego.
En los últimos dos años, la temporada seca se ha convertido en un infierno para los quiteños. Desde junio, los incendios forestales han consumido 2.000 hectáreas en distintos sectores de la capital, con más de 300 conatos de incendio, por los cuales el Municipio ha presentado 16 denuncias ante la Fiscalía. Sin embargo, solo han logrado detener a tres personas como presuntos autores. Uno de los siniestros ocurrió el 12 de septiembre en el cerro del Panecillo, al sur de la ciudad, una zona densamente poblada que tardó un día en ser controlada. A través de las cámaras de seguridad, lograron identificar al responsable: un taxista que confesó estar en estado de embriaguez cuando arrojó un cigarrillo. “Hay que ser franco, estaba con alcohol en la cabeza”, dijo el hombre, quien está siendo procesado por el delito de siniestro intencional y podría enfrentar una condena de hasta tres años en prisión.
Ninguno de los incendios se compara con el ocurrido el martes 24 de septiembre. Un día después, la Policía de Ecuador detuvo a un joven de 19 años que tenía material combustible en la zona de Guápulo, quien presuntamente podría estar detrás del inicio de uno de los flagelos. Todas las actividades están suspendidas en la capital. Las clases de colegios y universidades, así como la jornada laboral, se realizarán de forma virtual.
La emergencia ha movilizado a cerca de 200 bomberos, policías y militares para ayudar en la tarea de mitigación y logística, que intentan controlar los incendios también por aire. Los incendios forestales ocurren en medio de una crisis energética, donde el país soporta hasta 14 horas sin electricidad a diario, pero el Gobierno ha accedido al pedido del alcalde de suspender el racionamiento eléctrico en Quito hasta el jueves por la tarde, cuando se prevé el regreso de los apagones en la ciudad. Esta crisis motivó al presidente Daniel Noboa a suspender sus actividades en Nueva York y regresar al país.
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