Capturado un hombre que intentó quemar la casa de su expareja con ella y cuatro niños adentro
Wilson Corredor es procesado por intento de feminicidio por el hecho que ocurrió el 1 de enero pasado en Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá
Dos semanas duró libre Wilson Enrique Corredor Viasus después de haber tratado de incendiar la casa en la que dormían Karen Muñoz Rodríguez, su expareja, y cuatro hijos de ella. Tras el ataque, el más grave de una serie de agresiones, ocurrido en la madrugada del primer día del año, la justicia tardó en actuar. Pero este lunes fue capturado en el barrio Santo Domingo, en la populosa localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá. La Fiscalía adelanta un proceso contra Corredor por el delito de feminicidio agravado en la modalidad de tentativa, que el reciclador de 34 años enfrentará desde la cárcel por decisión de un juez de control de garantías.
La pareja de recicladores se conoció en la comuna 4 de Soacha, una zona muy poblada y de familias empobrecidas. La hermana de Karen, Katherine Alejandra Muñoz Pinzón, explica a este diario que al inicio de la relación todo parecía ir bien. “Yo vivía pegada a ella, él no se mostraba agresivo. Solo era violento cuando ella estaba sola con sus hijos”, menciona.
Los problemas estallaron en diciembre. Karen, de 21 años ―madre de cuatro hijos de dos, tres, cinco y seis años―, tenía tres meses de embarazo del primer bebé que esperaba junto a Wilson. Tenía, porque el 25 de diciembre él la golpeó tan fuerte que provocó la pérdida del bebé. La familia de Karen denunció lo ocurrido ante la Comisaría de Familia local y ante la Fiscalía General de la Nación.
Karen y Wilson llevaban siete meses conviviendo en una casa que, con mucho esmero, ella había comprado en el municipio más poblado del departamento de Cundinamarca, conurbado con Bogotá. Según Viviana Rodríguez, madre de la víctima, su hija llevaba meses sufriendo graves agresiones psicológicas por parte de Corredor. “Le decía si no estaba con él, le iba a cortar la cara, el cabello o la iba a matar”, cuenta. Dice que eran agresiones constantes, pues, en sus palabras, “él la veía muy joven y linda, no se la quería dejar a nadie más o la mataba”. Karen las había ignorado. El ataque físico del 25 de diciembre significó el fin de la convivencia, pero no de los ataques, que, por el contrario, aumentaron.
En año nuevo ocurrió la agresión que tiene a Corredor en la cárcel. Karen y sus cuatro hijos celebraron la llegada de 2024 en su hogar. Mientras dormían, hacia las 5.30 del 1 de enero, la mujer despertó ahogada por el humo. Había fuego en la casa. Tomó a sus hijos y los sacó por el techo. Ninguno se quemó, pero perdió su preciada casa. Solo quedó el terreno. Entre lágrimas, salió corriendo a buscar refugio a la casa de su madre, también en Soacha. Una vecina le dijo a Karen que había visto a Wilson poner gasolina en su casa, explica Katherine, la hermana. “Perdió todo. No tiene nada, ni siquiera ropa”, dice por teléfono.
“Llegó muerta del pánico porque el señor Wilson le había incendiado la casa”, complementa la madre de la agredida. Cuenta que, ocho días después, el hombre fue a buscar a Karen al paradero del bus del barrio Santo Domingo. Ese día ella se encontraba haciendo diligencias en la Fiscalía y probablemente pasaría por ese lugar. “Le rapó el celular y le dio un puño”, cuenta Viviana. Y le dijo que “si no era para él, no era para nadie”.
Otra semana pasó hasta que la Policía de Soacha y la Fiscalía capturaron a Corredor. De acuerdo con Edwin Orlando Correa Correa, comandante de la Policía del municipio, “el victimario ya contaba con anotaciones como indiciado por los delitos de homicidio en el grado de tentativa, violencia intrafamiliar, amenazas, lesiones y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes”.
Después de la captura, denuncian la hermana y madre de la víctima, los hermanos de Corredor las han llamado con frecuencia a amenazarlas. Les dicen “Esto no se va a quedar así”. Este diario se comunicó con Viviana y Katherine por teléfono este miércoles. Minutos después de hablar con ellas, un miembro de la Policía envió al diario las grabaciones de las conversaciones con un llamado de alerta. La madre de la víctima dice que Corredor Viasus es “un testigo protegido de la Dijin [la dirección de Inteligencia Judicial de la Policía] en otro caso, por eso lo están cuidando”.
Karen Muñoz Rodríguez se niega a recibir atención psicológica. “Emocionalmente yo la veo muy mal. Yo trato de estar para ella, porque solo cuenta con su familia materna”, concluye Viviana, su madre.
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