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Petro nombra jefa de gabinete a los tres meses de la caída de Laura Sarabia

El presidente elige a Cielo Rusinque, directora del Departamento para la Prosperidad Social, para solventar sus graves problemas de agenda. Su antecesora llegó a ejercer como su número 2

Juan Diego Quesada
Cielo Rusinque, nueva jefe de gabinete del Gobierno Petro
Cielo Rusinque, nueva jefe de gabinete del Gobierno Petro.CORTESÍA

Gustavo Petro tiene problemas de agenda. En su primer año al frente del país ha cancelado casi un centenar de actos programados. En ocasiones cientos de personas han pasado horas bajo el sol aguardándole. Le ocurre lo mismo en las reuniones privadas; esperarle se ha convertido en un deporte nacional. En una entrevista reciente en Cambio, asegura que el problema es que su equipo no lo conoce lo suficiente y le llena el día de compromisos, como si no descansara ni necesitara momentos de relax.

Uno de sus colaboradores asegura que no hay mala fe en el presidente: “Petro escucha genuinamente. Si nos cruzamos con alguien a primera hora de la mañana le dedica 30 minutos, sea quien sea, un ministro o la vendedora de un puesto. Así se van juntando cosas y cuando te quieres dar cuenta llevas dos o tres horas de retraso”. Laura Sarabia, su jefa de gabinete, hacía equilibrismos para llevarle de un sitio a otro. Petro dejaba en sus manos su vida entera. Cuando ella se vio obligada a dimitir por unas escuchas a su niñera tras el robo de un maletín con dinero, el presidente quedó desamparado. Fue un mazazo para él.

Petro ha tardado tres meses en encontrarle un reemplazo. Su labor la ocupará Cielo Rusinque Urrego, una abogada constitucionalista que hasta ahora era directora del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), la entidad encargada del nuevo programa de subsidios para personas vulnerables, un puesto clave, ya que maneja mucho presupuesto. Rusinque viene a ocupar el gran vacío que dejó Sarabia, que llegó a ejercer como número dos del presidente. Varios exministros que salieron del Gobierno la describían como el verdadero poder en la sombra. Está por ver si Rusinque logra tener ese margen de maniobra.

El presidente ha dejado abierta la posibilidad de que Sarabia regrese al Gobierno. Ella ha seguido trabajando para él de forma discreta. Muchos la colocan al mando de DPS, ocupando la vacante que deja Rusinque. El presidente, en privado y en público, no se cansa de decir que Sarabia cometió una torpeza producto de su juventud (30 años) al tratar de recuperar a toda costa el dinero que se le había perdido. Su equipo de seguridad logró que le pinchasen el teléfono a la niñera, que también fue sometida a la prueba del polígrafo —la fiscalía investiga si cometió abuso de poder—. El presidente dice que si él se hubiera enterado del asunto le hubiera dicho a Sarabia que diera por perdido el dinero y se concentrase en su labor como jefa de gabinete.

Casi que dando el nuevo cargo por hecho, el abogado de Sarabia, Jorge Mario Gómez Restrepo, a través de un comunicado ha asegurado que “la reincorporación de Laura Sarabia Torres al Gobierno se ha dado en un área que no tiene ni ha tenido relación funcional con las instancias involucradas en las investigaciones en curso”. Reitera que “la presunción de inocencia se mantiene intacta”, que su defendida ha colaborado con la Fiscalía y la Procuraduría, y que no impartió ninguna orden para que se hiciera la prueba del polígrafo. Añade que Sarabia no tuvo injerencia en la financiación de la campaña de Petro, sino que “se limitó a manejar la agenda del candidato”.

Petro tampoco considera que ella hubiera cometido ningún delito. En todo este tiempo no ha perdido la estima que le tiene. Un caso distinto es el de Armando Benedetti, que durante la crisis del maletín extraviado se enfrentó directamente a Sarabia, que antes había sido su secretaria personal. Los dos fueron destituidos al mismo tiempo, pero mientras Benedetti fue despedido con frialdad —a pesar de que fue la mano derecha de Petro en la campaña electoral—, Sarabia recibió unas palabras cariñosas del presidente. Él siempre la ha tenido presente y no es de extrañar que la recupere en un puesto importante del Gobierno.

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Por el momento, la que estrena cargo es Rusinque, a quien se la tiene por una petrista convencida. Ha defendido al presidente en público en más de una ocasión. También lo ha hecho con Hollman Morris, un viejo aliado de Petro y hoy el subgerente de televisión de la entidad de medios públicos del Estado. Respaldarlo en público frente a la denuncia de su exesposa, que le acusaba de no pasarle suficiente pensión tras el divorcio, le valió la condena de una parte del feminismo en Colombia. Ahora deberá lidiar con problemas de otra índole. De la noche a la mañana se ha convertido en la persona más cercana de un presidente que, un año después de llegar al poder, tiene sus grandes proyectos por cumplir. Manejarle la agenda con orden y realismo ayudará a estructurar todo el Gobierno.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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