La inflación anual sigue cayendo en Colombia: alcanzó 11,78% en julio

La inflación colombiana sigue su lento descenso. Julio es el cuarto mes consecutivo en que se reduce, esta vez hasta llegar al 11,78% anual frente al 12,13% de junio. De acuerdo con las cifras presentadas en la tarde del martes por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las mayores talanqueras para que siga la disminución de los precios son las alzas en la gasolina que ha decretado el Gobierno para reducir el subsidio al combustible. Durante julio, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 0,5%, por debajo del 0,81% reportado en el mismo mes del año anterior.

A pesar de la reducción, la caída es menor a la esperada. “Nuestro resultado está por encima de lo que en promedio estaban esperando los analistas”, explicó la directora del DANE, la demógrafa Piedad Urdinola. Se refería al aumento mensual del 0,5%, ya que en promedio los analistas que estudia el Banco de la República esperaban que fuera del 0,3%. En términos anuales, la expectativa era que el IPC quedara en 11,64%.

El rubro que más impulsó el aumento de la inflación, como ha ocurrido en los últimos meses, es el de transporte. Creció 1,07%, muy por encima de los demás ítems e impulsado por el aumento del precio de la gasolina, que el Gobierno Petro ha ido aumentando desde 9.180 pesos por galón en agosto de 2022 a 13.964 para este mes de agosto, un aumento de más del 47% en un año.

La contracara es que los aumentos se acercan a su fin: el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha dicho en varias entrevistas que el precio del combustible dejará de subir en algún punto de la franja entre los 15.000 y los 16.000 pesos por galón. En ese punto la gasolina dejaría de estar subsidiada por el Estado, lo que cierra un hueco fiscal relevante y desincentiva el uso de los vehículos particulares.

Los precios de los alimentos, que han sido el otro gran factor de la disparada de la inflación desde 2021, se han ido moderando. En julio crecieron 0,22%. Sin embargo, según explicó Urdinola, el efecto diferido de ese aumento aún se siente en otro rubro: el de restaurantes y hoteles, que empujó a los precios hacia arriba al presentar un incremento del 0,68%.

La buena noticia, desde lo social, es que la inflación ha dejado de penalizar a los más empobrecidos. En la división por niveles de ingreso que usa el DANE, los más pobres fueron los que vieron disminuir más su capacidad de compra, en buena medida porque dedican una porción mayor de sus ingresos a los alimentos. En contraste, en lo que va de 2023, mientras para las familias de ingresos altos la inflación ha sumado un 7,35%, para los pobres es de 5,63%; por su parte, la clase media ha visto un deterioro de 6,63%.

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