Petro vs. Lula
El presidente colombiano se acerca a Estados Unidos mientras Lula mira hacia China, a medida que crece su rivalidad en la búsqueda de protagonismo
Gustavo Petro en la Casa Blanca se reúne con el presidente Joe Biden al tiempo que su rival, el presidente Lula, lo hace con su homólogo de la China, Xi Jinping. Para Brasil, su socio comercial más importante es China. Para Colombia, su principal mercado son los Estados Unidos. El campo de aterrizaje es favorable a Petro porque su colega del Brasil criticó la política norteamericana, acusándolos a ellos y a los europeos de instigar la guerra de Rusia y Ucrania. Es evidente que esa conducta lo indispone con los Estados Unidos y le merece elogiosas referencias de parte de Rusia. Petro llega a Washington con los bolsillos llenos de solicitudes. La más jugosa: el levantamiento de las sanciones a Venezuela como una condición previa al propósito fundamental de la crisis, la convocatoria a unas elecciones libres con todas las garantías para la oposición.
Hasta los años 90 la cercanía del norte con el sur de América se guiaba por el liderazgo de Brasil y de la Argentina. Los demás éramos de segunda. Ahora la ecuación es diferente. Hoy nuestro país es el mejor aliado de los Estados Unidos y la participación de China y de Rusia en la región —antes el patio trasero de la superpotencia— es cada vez más visible y generosa. Negocios y visitas diplomáticas permanentes. Cuba, Venezuela y Nicaragua fungen de satélites de la órbita comunista.
La línea de competencia de Petro con Lula se traza en el tablero del liderazgo continental. Mientras el colombiano propone la reducción de la deuda externa y así contar con el músculo presupuestal para tomar acciones reales de salvación de la selva amazónica, el brasileño desea que la conferencia del clima de las Naciones Unidas de 2025 se reúna en la Amazonia. Lula propone mediar en la guerra de Ucrania junto a China. Petro propone mediar en el conflicto venezolano junto a Estados Unidos. La rivalidad se traduce en presentaciones, escenarios internacionales en los cuales se busca el protagonismo a través de propuestas escandalosas que producen noticias de primeras páginas.
Aunque algunos medios de comunicación hablan de la necesidad de aprovechar el encuentro con Biden para todos los temas, entiéndase los ambientales, de seguridad, de cambio en el paradigma para luchar contra las drogas, etcétera, la prioridad es la salida negociada a la crisis de Venezuela. Para Maduro la reunión de Bogotá es crucial: “Le dije al Canciller que le transmitiera al Presidente Petro todo el apoyo para que esta conferencia internacional tenga éxito”. El encuentro tiene buen pronóstico para Colombia y para los Estados Unidos, y no tanto para los dirigentes de la oposición que ven a nuestro país —al Gobierno— como aliado de Maduro. Invocan como prueba la posición del embajador de Colombia en Caracas, a quien acusan de ser representante del presidente Maduro. Sin embargo, un dirigente de la oposición venezolana le dijo a El Tiempo de Bogotá: valoramos la iniciativa del presidente Petro. Vemos con buenos ojos que se quiere ayudar en la solución política. Pero agregó: “Ni Maduro ni nosotros estamos invitados a la conferencia como tal. Es decir, no sé qué es lo que vamos a discutir, pero nosotros vamos a tener una reunión con el presidente Petro”. Aparentemente, el mandatario se reunirá con la oposición venezolana antes de la reunión formal y por eso adelantó su regreso de los Estados Unidos. Más democracia, cero sanciones, es el eslogan de la conferencia. Gloria al bravo pueblo.
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