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Muhammad Yunus: “El mundo nunca había estado tan en crisis como ahora”

El premio Nobel de la Paz defiende en entrevista con EL PAÍS su teoría de los “tres ceros”: cero cambio climático, cero concentración de la riqueza y cero desempleo

Muhammad Yunus
Muhammad Yunus, Premio Nobel de Paz, en entrevista con el diario EL PAÍS, al norte de Bogotá, el 10 de noviembre de 2022.Juan Felipe Rubio
Juan Esteban Lewin

Muhammed Yunus, el ganador del Premio Nobel de la Paz en 2006 por su trabajo para “crear desarrollo social y económico desde abajo”, exuda serenidad. El “banquero de los pobres” (Chittagong, Bangladés, 82 años) recibe a EL PAÍS minutos antes de encabezar un foro en celebración de los 10 años en Colombia de una de las organizaciones que lidera, Yunus Social Business. Responde las preguntas mientras bebe un té, sin levantar la voz y con la misma suerte de despreocupación con la que cuenta que no ha sentido que está a 2.600 metros de altura. Esa tranquilidad contrasta con su visión de la actualidad y su aseveración de que la humanidad está cerca de la extinción, pero se explica en que prevé que viene un camino profundo en el sistema social y económico que salvará a la especie.

Pregunta. ¿Cómo ve el mundo hoy?

Respuesta. El mundo nunca había estado tan en crisis. Antes de la pandemia podíamos decir que estábamos en crisis por el cambio climático y todo lo demás. No teníamos idea de lo que nos esperaba. Y de repente cambia el mundo en el que vivíamos. Por dos años o dos años y medio, la gente vive tras sus puertas, paran los negocios, la gente pierde sus empleos y mucha, mucha gente se empobrece. Y no es algo que le haya pasado al tercer mundo, o que sea un problema solo de algunos países. Es un problema del mundo entero. Entonces hubo una transición totalmente inesperada. Y luego vino la Guerra de Ucrania que transforma todavía más al mundo, porque no hay una sola persona, oculta en algún lado, que no haya sufrido un impacto negativo. Y va a ser peor y peor.

P. Entonces es pesimista

R. Pues es que es la dirección en la que vamos. Muchos países se están preparando para una hambruna, o ya la están sufriendo. Así que tenemos una pandemia, una hambruna, inflación en todos lados, previsiones de una recesión y más. Mientras tanto, los países se reúnen en la COP 27 y me pregunto: ¿Van a discutir el cambio climático? Es un problema que ya no está al frente, sino en la trasescena; antes de encararlo hay que hablar del elefante en la habitación, de la guerra. Cada día de guerra nos atrasa en el cambio climático, abre la puerta a combustibles fósiles. Se están transfiriendo fotos del cambio climático a preparativos bélicos, como me comentaba alguien conocedor de lo que está ocurriendo en Alemania. Así que la agenda de la COP 27 debió ser cómo parar la guerra. Entonces, seguimos en una dirección en la que el cambio climático nos va a destruir. Entonces, es una crisis existencial, una más fuerte que antes.

P. ¿Y le ve una salida?

R. Sí. Debemos sobrevivir, no hay otra opción aparte de entregarse. Afortunadamente, el ser humano no acostumbra a rendirse, siempre crea algo en una situación desesperada. Eso es lo que necesitamos ahora. Un asunto que he discutido muchas veces, y sigo discutiendo, es que la civilización que tenemos está diseñada para el desastre, nos va a matar. El cambio climático es una expresión de eso, y esta civilización no tiene cómo manejarlo. Hay teorías que debatimos con una taza de té, pero la casa se sigue quemando. Es que así no se apaga un incendio, hay que remangarse, dejar atrás todo lo demás, y apagar el fuego. Y lo estamos hacienda como algo colateral, las compañías contribuyen un poco, pero eso no basta, no es un asunto de hacer unas pequeñas reparaciones. Mi conclusión es que la civilización actual es un barco que naufraga con la gente en él. Debemos crear una nueva, debemos construir rápidamente un barco nuevo y zarpar.

P. ¿Y cómo es esa nueva civilización que vislumbra?

R. El gran problema de la vieja civilización es que olvidamos que somos seres humanos y nos convertimos en robots para producir dinero. La nueva civilización se debe basar en valores humanos como compartir, cuidar, todas las cosas buenas que solemos mencionar. Sin eso, no tenemos ningún chance. Yo hablo de crear los tres ceros. El primero es cero cambio climático, que será la identidad de la nueva civilización. Es cero, no poco, no menos: cero. El segundo cero es el de la concentración de la riqueza, porque hoy tenemos una máquina que lleva a que la riqueza se concentre en muy pocas manos, una situación insostenible. Y el tercer cero es cero desempleo, porque tenemos un desempleo masivo y debemos construir un mundo en el que en lugar de buscar empleo, las personas sean emprendedoras. Siempre explico que los seres humanos nacemos como emprendedores, que tenemos una capacidad creativa que sirve para cambiar el mundo, y debemos desatarla. Se nos olvidó y parece que nacimos para una esclavitud, para trabajar para otros.

Yunus defiende su teoría de los “tres ceros”: cero cambio climático, cero concentración de la riqueza y cero desempleo.
Yunus defiende su teoría de los “tres ceros”: cero cambio climático, cero concentración de la riqueza y cero desempleo.Juan Felipe Rubio

P. ¿Cómo cambiar la civilización?

R. Yo invito a los jóvenes a crear clubes de los tres ceros, en los que cada miembro decide que dejará de contribuir al cambio climático con sus acciones. Así pasamos de pensar en un problema macro, en el que cada persona no puede hacer nada, a uno en el que cada uno toma sus decisiones, deja de contribuir, y convence a otros con su ejemplo. Lo mismo con el desempleo, con la riqueza. Así, tímidamente, cada uno se convierte en una persona de tres ceros, y luego no será un club de tres personas sino de 10. Después familias de tres ceros, comunidades de tres ceros… Ya tenemos más de 500 clubes en 38 países, de personas que no conozco, no sé qué idioma hablan. Todo eso no significa que dejemos de lado construir la estructura para que sea posible, pero este es el modelo que busco incentivar, también para las empresas.

P. ¿Y ve que ya está ocurriendo? ¿Hasta qué punto?

R. Está empezando. Eso fue lo que me trajo a Bogotá, porque ¿para qué más vine? Para que usted me haga esa pregunta porque o si no ¿a quién le importa? También tenemos muchas empresas sociales, que no buscan la riqueza sino mejorar el mundo. Demuestran que la esencia de la civilización no es crear dinero sino resolver los problemas. Así que vamos avanzando.

P. Su idea evita la sensación de incapacidad frente a los problemas, puede ayudar a empoderar frente a problemas tan grandes como el cambio climático, que es global.

R. Exactamente. Nuestra aproximación es rediseñar la economía, y en el centro de eso están las empresas sociales. Son compañías enfocadas al 100% en resolver un problema social o ambiental, no como las viejas compañías que a veces buscan que el problema sea menos grave que el año anterior. Dan utilidades, pero se reinvierten para resolver más problemas. Así también estamos empoderados, hay cosas concretas que podemos hacer. Usted puede y cualquiera puede, porque una empresa es algo que conocemos, que nos es más cercano que pensar en cambios a través de la política. Ese es un poder increíble para solucionar y es lo que estamos tratando de implementar en el mundo.

P. Pero ¿por qué hacer una compañía social y no una tradicional?

R. Me lo preguntan, y me dicen que cuál es el retorno de hacerlo. Mi respuesta es muy sencilla. Se hace dinero para buscar la felicidad y a más dinero, más felicidad. Y puede ser, pero hacer feliz a otra gente es una súper felicidad. La gente me responde que no lo sabe y les respondo que lo intenten para que lo descubran, como cuando se prueba una nueva comida. Cuando lo prueban, lo entienden y les encanta.

P. ¿Y se avanza suficientemente rápido? Porque la hambruna, la guerra, el cambio climático nos afectan ahora.

R. Para eso estoy acá. Estuve en el palacio presidencial; aunque el presidente no estaba, ordenó a sus ministros encontrarse conmigo. No a uno, a cinco, como Trabajo y Defensa. Y no unos minutos, porque hablamos durante cuatro horas, a fondo. Seguro podemos hacer cosas porque es un Gobierno reciente, que está buscando ideas y está interesado en esto. Yo no esperaba que el presidente me invitara a hablar con su gabinete. Es uno de los pequeños pasos que hay que dar para cambiar el mundo, porque eso no se logra de la noche a la mañana. Así vamos, paso a paso; no tenemos la maquinaria, no somos una gran empresa, no somos un Gobierno para llegar con la idea de los tres ceros a todo el mundo.

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Sobre la firma

Juan Esteban Lewin
Es jefe de Redacción de la edición América Colombia, en Bogotá.

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