Una afgana mutilada por su pareja es trasladada a España para ser operada
El Estado Mayor de la Defensa incluye a la mujer en un vuelo del contingente español en Herat
Hace seis meses que su vida cambió drásticamente. S. H., una mujer afgana de 24 años, sufrió una brutal agresión por parte de su marido: el hombre le cortó la nariz, los labios y las orejas. Ahora, esta joven espera que en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid puedan someterla a una cirugía que le devuelva, en la medida de lo posible, el aspecto que tenía y que le arrebató su agresor.
El traslado de Afganistán a España de S. H. ha sido posible gracias a un vuelo militar. La mujer viajó, junto a un acompañante, en el avión fletado para realizar el relevo del contingente español en Herat, en el que también se desplazó el Estado Mayor de la Defensa (Jemad) para visitar a los militares españoles.
“Aprovechamos los vuelos del contingente español en la ciudad afgana de Herat para trasladarla”, confirman desde la oficina de comunicación del Jemad. “Nos dicen que la mujer está muy ilusionada y agradecida de la ayuda que se le está brindando”, han apuntado.
Ahora los médicos del hospital militar están estudiando su caso. Es posible que durante el mes que permanecerá en España esta víctima de la violencia de género no pueda someterse a la esperada cirugía y tenga que volver más adelante en otro vuelo militar.
El día de la agresión, hace unos seis meses, los gritos de la víctima despertaron a los vecinos a las dos de la madrugada. Su marido la atacó y mutiló. Luego huyó y continúa prófugo. S. H., casada desde los nueve años, se convirtió en madre a los 11. Ahora tiene cuatro niños y vive de la asistencia de las instituciones locales.
La víctima ya fue sometida a una operación en Turquía, donde pasó 40 días gracias a donaciones privadas y ayudas de las entidades públicas de Herat. Al regresar, el hospital de la base española de Herat asumió el seguimiento a esta intervención y, gracias a la telemedicina, el servicio de cirugía plástica del Gómez-Ulla valoró la posibilidad de mejorar su tratamiento en España. De esta forma se abrió la puerta para su viaje a Madrid.
S. H. salió de Afganistán oculta bajo un burka. Para mantener su anonimato y protegerla, las autoridades españolas no han dado muchos detalles sobre la mujer: “No queremos que cuando vuelva a su casa sepan quién es".
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