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La Tierra seguirá sintiendo hoy los efectos de la tormenta solar

El fenómeno obliga a los habitantes de la ISSa refugiarse en la parte posterior del módulo de la estación

La Tierra seguirá sintiendo hoy los efectos de la más intensa tormenta solar de los últimos años, que se prolongarán hasta mañana pero que seguirán siendo limitados, según los expertos estadounidenses. El impacto de la tormenta, la más intensa desde 1989, se sintió desde primeras horas del miércoles y afectó a ciertas transmisiones radiofónicas y de satélite.

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La nube de micropartículas lanzadas por la explosión solar a una velocidad de ocho millones de kilómetros por hora contra la atmósfera terrestre también ha obligado a las empresas de distribución de energía en EE UU a reducir sus operaciones como medida de precaución. "Esperamos que esta tormenta continúe hoy y mañana", ha informado en este sentido Larry Combs, meteorólogo espacial del NOAA (Centro de Ambiente Espacial de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica en Boulder (Colorado)).

La nube de gases solares que se estrelló contra el campo magnético de la Tierra creó una tormenta geomagnética que, en realidad, había comenzado a las 11.10 GMT (12.00 hora española) del martes con un alud de rayos X, que obligaron a los controladores de tráfico aéreo a buscar canales opcionales de comunicaciones y distorsionaron algunas imágenes transmitidas a través de satélites. Combs ha señalado que la búsqueda de otros canales no constituye una emergencia. Sin embargo, ha añadido que, cuando los aviones se desplazan en las cercanías de los polos, los pilotos tienen que buscar esos canales opcionales para asegurar sus transmisiones. "Estas tormentas pueden saturar los polos y literalmente bloquear las comunicaciones durante varios días", ha reconocido Combs.

Las comunicaciones radiofónicas

En principio, se creyó que afectaría las comunicaciones radiofónicas en alta frecuencia, los sistemas de satélite y las transmisiones de televisión. Sin embargo, hasta ahora, el efecto inmediato ha sido una cierta interferencia en las comunicaciones radiofónicas en alta frecuencia de aviones que se desplazaban en las rutas del hemisferio norte, señalaron las fuentes. Combs ha expliado que, aunque los informes de daños provocados por la tempestad son escasos, "sabemos que nuestras redes de distribución eléctrica están sufriendo los efectos". Además, el fenómeno afectó desde el miércoles las actividades de la Estación Espacial Internacional (ISS), según la NASA. El comandante de la Expedición 8, Mike Foale, y el cosmonauta ruso Alexander Kaleri, tuvieron que retirarse a la parte posterior del módulo de la estación, que tiene un escudo especial contra altos niveles de radiación.

Los únicos dos ocupantes del complejo espacial pasarán allí unos 20 minutos durante cada una de tres órbitas en torno a la Tierra y sobre las zonas de mayor radiación. Los dos equipos a bordo de la ISS que debían usarse para medir las dosis de radiación que reciban los astronautas fallaron hace meses y hay problemas con otros tipos de detectores de radiación, según la NASA. Kyle Herring, portavoz de la agencia, ha indicado que si los tripulantes de la ISS no tomaran precauciones podrían estar expuestos en 20 minutos a la radiación que normalmente recibirían en 24 horas.

La tormenta de partículas, cuyas dimensiones son 13 veces más grandes que la circunferencia de la Tierra, han sido catalogadas en el nivel G5, el más alto en la escala de la meteorología espacial. La semana pasada, otra tormenta solar se desplazó también hacia la Tierra pero su impacto no fue directo y los efectos fueron todavía más débiles. Jenna McMullin, portavoz del Comando Espacial de la Fuerza Aérea en Colorado, que controla todos los satélites militares de EE UU, ha añadido que se mantiene vigilancia sobre la situación pero no se esperan problemas mayores: "Nuestros satélites están construidos con escudos contra radiación".

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