Rajoy celebra el rechazo de Sánchez al referéndum catalán
El presidente socialista portugués António Costa ve normal "en política" fiarse de su "amigo y vecino" Rajoy y ser el referente del reelegido líder del PSOE
Mariano Rajoy celebró este martes especialmente "tranquilo", al término de una reunión bilateral en Vila Real con Portugal, y catalogó como "muy positivo" que el reelegido líder del PSOE, Pedro Sánchez, le ratificara el lunes en una conversación telefónica su apoyo expreso al concepto de unidad y soberanía nacional establecido en la Constitución de 1978 y su rechazo a un referéndum ilegal de independencia para Cataluña. El presidente del Gobierno se alegró así particularmente de que Sánchez se volviera a posicionar "donde siempre han estado los militantes y votantes del PSOE" y la mayoría de los españoles.
El jefe del Ejecutivo español aprovechó una pregunta sobre cómo se había quedado tras su charla de este lunes con Sánchez para rememorar que la semana pasada, justo al día siguiente de la victoria en las primarias del dirigente socialista, ya quiso comparecer en la sede central del PP para subrayar que ante el creciente desafío separatista en Cataluña "no tenía la menor duda de que el PSOE iba a estar donde siempre han estado sus militantes y votantes y la mayoría de los españoles".
El líder del PP señaló que aún no se ha planteado si procede abrir una mesa de diálogo sobre la situación en Cataluña con los demás partidos representados en el Congreso, como ya le ha demandado el nuevo PSOE de Sánchez, y etiquetó esa idea como algo "procesal" y menos importante que "estar de acuerdo en el fondo del asunto sobre los pasos a dar para un acuerdo general". Rajoy volvió a insistir en que ahora lo relevante es que los partidos constitucionalistas, y en especial PSOE y Ciudadanos, dialoguen y coincidan en sus propuestas fundamentales sobre la unidad de España y la soberanía nacional.
La relación de Rajoy con Sánchez nunca ha sido buena en el pasado y contrasta con la buena sintonía que exhiben desde que se conocieron el presidente español y el portugués António Costa, que es socialista y se ha convertido en un referente en Europa y en España para los responsables de ese partido por los buenos resultados de sus políticas económicas y por la convivencia en su gobierno de varias fuerzas de izquierdas. Sánchez ya dijo hace tiempo que el modelo de Costa era algo a copiar y han hablado bien del dirigente portugués dirigentes también de Podemos.
António Costa y Mariano Rajoy han compartido dos días de charlas y encuentros en un barco por el río Duero y luego en Vila Real en torno a la cita anual que suelen celebrar ambos gobiernos y que se frenó el año pasado por la situación de interinidad en España. Los dos jefes de Gobierno presumen ahora de cómo han cambiado radicalmente la panorámica de sus respectivos países, en quiebra y rescatado Portugal y al borde del abismo económico España, desde 2011. España y Portugal son ahora las dos naciones que más crecen y empleo generan en Europa. La Comisión Europea acaba de sacar a Portugal del procedimiento de déficit excesivo. Los dos países tienen un sin fin de intereses y sectores comunes, han firmado en esta cumbre siete acuerdos de cooperación transfronteriza y varios planes de futuro conjuntos.
Se les preguntó a ambos por si esa colaboración trasnacional e institucional, entre Rajoy y Costa, podría trasponerse en el caso interno entre el líder del PP y el del PSOE, que tanto alaba al dirigente socialista portugués. Rajoy, que ya había elogiado varias veces en esta cumbre su amistad, vecindad y extraordinaria colaboración con Costa, eludió esa cuestión y no contestó. Le dejó el turno al piropeado mandatario portugués, que quiso ser elegantemente diplomático. Primero replicó que en España y Portugal como en todos los países democrático hay varios partidos. Pero luego expuso su "norma simple" para perpetuar esas buenas y obligadas relaciones institucionales: "Somos siempre amigos de los gobiernos de España, es con ellos que nos gusta que nos gusta trabajar y tenemos unas relaciones excelentes".
António Costa llegó a confesar que en alguna cumbre europea ha llegado a delegar su voto en Rajoy cuando se ha tenido que marchar antes de tiempo, "porque son los mejores amigos y vecinos los que mejor nos pueden representar". El primer ministro portugués abogó por retomar las cumbres anuales tras los parones electorales vividos en ambos países y evitó comprometerse más: "Lo demás es política, son opciones de los ciudadanos españoles y portugueses".
En ese clima buscado de amistad y confraternización ni siquiera el agujero negro sobre la prórroga de la central nuclear de Almaraz enturbió este buen momento. Ambos dijeron que no habían hablado nada de ese tema y se decantaron por retomarlo si procede cuando se plantee algún problema. La probable competencia entre España y Portugal por la candidatura para presidir el Eurogrupo tampoco complicó el buen ambiente. Costa recordó que Portugal siempre ha apoyado para ese puesto y lo sigue haciendo al ministro de Economía, Luis de Guindos, pero señaló que si hace falta su ministro de Finanzas, Mário Centeno, "está disponible" y que ese cargo debe ocuparse con un ministro en ejercicio. Rajoy tiró de sorna gallega para no mojarse en exceso a favor de Centeno: "Siempre preferimos a los amigos que a los desconocidos".
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