Rajoy se resigna a presentarse a otras elecciones ante los intentos de Sánchez
El PP y Moncloa no se sorprenden de que el líder socialista busque un Gobierno alternativo
Ni sorprendidos ni especialmente indignados. El equipo de máxima confianza de Mariano Rajoy en La Moncloa y el PP se esperaba este nuevo intento del socialista Pedro Sánchez de articular un gobierno alternativo con “independentistas y extremistas”. A Rajoy ese plan le parece un “disparate” que “aritméticamente da” pero aguarda resignado y sin ningún plan diferente para los próximos días su fracaso antes de la convocatoria de las terceras elecciones en un año.
“Si pretende gobernar con 85 escaños con el apoyo de partidos independentistas y de la extrema izquierda española esa es otra opción absolutamente disparatada, pero la aritmética da”, respondió Rajoy en Lugo a la pregunta de EL PAÍS de si aún esperaba que los resultados electorales del PSOE en las elecciones en Euskadi y Galicia este domingo pudieran facilitar una salida al bloqueo político del país.
El líder del PP no es nada optimista a un giro del PSOE y Sánchez tras el 25-S y tampoco tras el Comité Federal socialista del 1 de octubre. En su entorno no creen que los llamados barones territoriales del PSOE vayan a torcer la voluntad de Sánchez de persistir en su negativa a Rajoy y a abstenerse para permitir un Gobierno en minoría del PP. Rajoy y su equipo piensan hace semanas, sino meses, que Sánchez solo quiere aguantar en esta tesitura para preservar su cargo de secretario general del PSOE y para poder presentarse de nuevo a otras elecciones generales, previsiblemente en diciembre. Han llegado a la conclusión de que ese es el objetivo de Sánchez y su única baza para mantener el puesto si consigue no perder más votos y escaños y no ser superado por Podemos.
Rajoy no tiene un plan b. Lo ha repetido varias veces y ayer lo refrendó. No piensa hacer tras el 25-S o después del cónclave socialista nada diferente a lo que ha propuesto hasta ahora y que sigue el guión de lo que ya avanzó tras el 20-D. No convocará una ronda con los líderes políticos, ni llamará a Sánchez ni siquiera a su teórico socio Albert Rivera, el líder de Ciudadanos. Cree que no procede. Razona que ese tipo de citas o convocatorias forman parte del juego en que se ha convertido la política en este nuevo tiempo y no está dispuesto ni a colaborar en él ni a cambiar sus métodos de trabajo.
"Las cartas están echadas y sobre la mesa"
Rajoy piensa que el nuevo intento de Gobierno alternativo al PP de Pedro Sánchez tampoco saldrá adelante como sucedió en febrero. Pero él no intentará ninguna vía para frenar esa jugada. “Las cartas están echadas y sobre la mesa”, dijo ayer en Lugo y añadió que la única solución que ve es que el PSOE se abstenga y le deje gobernar. Ante la responsabilidad de convocar otras elecciones tiene claro el culpable: “He ofrecido oportunidades diversas, el señor Sánchez no ha querido, se entiende muy bien”. Y concluyó: “No sé si esto depende de cómo se levante por la mañana el señor Sánchez”.
Mariano Rajoy cuenta sin más con que ya dispone de los 170 escaños que suman el PP y Ciudadanos y observa que le siguen faltando seis. Y su oferta es la misma de siempre: un gobierno imposible de coalición, un acuerdo inviable de investidura y desde hace meses, simplemente, que se le deje gobernar por ser la lista más votada. Sostiene que en eso consiste la democracia y tampoco acepta que se cuestione desde otras formaciones su candidatura.
No retirará su candidatura
El PP está listo para otras elecciones y Rajoy ya aparece como más que resignado a volverse a presentar. Entiende que otros comicios no son ahora lo mejor pero ayer, tras un paseo por el centro de Lugo y luego por Arzúa, aclaró que se siente “con fuerzas, con ganas, con determinación y con ilusión” para dar esa batalla porque sostiene que es lo justo y razonable con los ocho millones de votos que congregó su partido. Y no contempla la retirada.
Cuando se le preguntó muy directamente si su marcha facilitaría algo las cosas replicó: “Es una pregunta para nota. Hay que hacer un esfuerzo para respetar lo que dice la gente. Eso es la democracia. Hemos tenido un resultado mejor que el 20-D y lo que hubiera sido deseable es que hubiéramos terminado toda esta temporada de dimes y diretes que no conduce a parte alguna. Simplemente, si creemos en la democracia debemos dejar que gobierne el PP. Es lo que ha dicho la gente, porque entrar en otras dinámicas es muy malo para nuestro sistema democrático y peor para los intereses de todos los españoles”.
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