Rajoy centra su estrategia electoral en el empleo

El programa de Mariano Rajoy para las elecciones generales del 26-J lleva otra vez como sucedió el 20-D la gran baza de la bajada de impuestos como el elemento diferencial con respecto a los demás partidos. El propio candidato lo subrayó en la presentación en Barcelona de sus 26 medidas estrellas para el 26-J. Sabe que es polémico, que Europa mira con lupa esas promesas cuando aún no cumplimos los objetivos de déficit marcados, pero no le importa. "Vamos a bajar los impuestos, es lo que nos diferencia de todos los demás, ya los hemos bajado dos veces en 2015 y a medida que la normalidad va llegando al país podemos tomar las decisiones que nos gustan", reafirmó el líder del PP.

Las 26 medidas clave del PP para el 26-J apenas aportan siquiera ni matices con respecto a las mismas ya desglosadas para la campaña de las pasadas Navidades. Ahora estamos en verano y Rajoy las recupera todas.

La principal promesa es otra vez la bajada en dos puntos del IRPF a todos los españoles, reduciendo el tramo mínimo del 19% al 17% y el máximo del 45% al 43% y mejorando otros mínimos personales y familiares exentos.

Rajoy recupera así la idea de dejar durante 4 años exentos los primeros 500 euros de cotización para los nuevos contratos indefinidos y para los temporales que se conviertan en fijos; eximir de pagar el IRPF a los que encuentren su primer empleo el primer año y durante dos años a los parados de larga duración que monten un negocio.

El candidato popular también quiere aplicar bajadas en el impuesto de Sociedades porque sostiene que "se puede hacer". El PP ofrece ahí que cuando una Pyme crezca y revierta sus beneficios podrá duplicar, hasta 10 puntos, su rebaja en el Impuesto de Sociedades; y extender la tarifa plana de los autónomos a solo 50 euros al mes durante el primer año para quienes inicien un negocio.

"Se puede hacer si se gobierna bien", es el eslogan que repitió este sábado Rajoy en un hotel de Barcelona donde el PP presentó con un vídeo la campaña #26Medidas26J. El aspirante popular aprovechó así para diferenciarse de los demás rivales, porque cree que ellos "no saben hacerlo", y para promocionar su fórmula mágica: "Hemos demostrado que se puede hacer, bajar el déficit, los impuestos, que haya crecimiento y crear empleo".

El acto montado por el PP para publicitar los ejes de su programa "serio, razonable, sensato y basado en cosas hechas" le sirvió a Rajoy para arremeter con mucha dureza contra la supuesta insolvecia del PSOE y contra los cantos de sirena que achaca a Podemos. Para el líder del PP su proyecto es "vivo, adaptable, cambiante y se sostiene en principios inamovibles, con la libertad como eje de toda actuación" y el de sus adversarios políticos es "la apoteosis de la inoperancia, la nada con sifón".

Esa fue la línea de ataque en la que se entretuvo durante gran parte de su mitin pese a que había anticipado que no pensaba dedicarle ni un minuto: "Nosotros no vamos a inventar señuelos ni conejos para chisteras deslucidas ni nada que no sea serio". Algunas referencias fueron genéricas a todos sus rivales pero otras fueron muy directas contra el PSOE con la advertencia de lo que hizo ese partido en sus últimos años en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: "España ha recuperado el músculo que los excesos de las disparatada dieta socialista le hizo perder" o "nuestros socios en Europa y en el mundo nos ven como un país que ha puesto orden en el desastre".

Rajoy construyó así gran parte de su discurso contraponiendo la necesidad de que tras el 26-J continúen sus políticas y reformas para llegar a 2020 con los repetidos 20 millones de puestos de trabajo frente al riesgo de "volver atrás a las políticas fracasadas o propias de otras épocas de la historia" e incluso a "experimentos de alto riesgo" que etiquetó como sectarios.

El jueves, en Burgos, una señora le deseó a Rajoy suerte durante uno de esos paseos electorales de cañas y fotos que se está regalando por España en esta campaña. El candidato aceptó la galantería, "porque siempre viene bien, aunque a nosotros la suerte siempre nos pilla trabajando", pero ayer se reservó dos alertas para el final. Una en clave interna y que pareció extemporánea: "Nada de lo que queremos lo podemos conseguir si nos rompemos o nos dividimos". Y otra general: "Volver siglo o siglo y medio atrás es un disparate, a lo que pasa en Grecia; nosotros tenemos una historia que contar a los españoles orgullosos de lo hecho".