Destituido el embajador de España en Bélgica por absentismo y abuso de autoridad

El Gobierno ha destituido al embajador de España en Bélgica, Ignacio Jesús Matellanes Martínez, después de que la Inspección General de Servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación realizara un demoledor informe en el que denuncia "anomalías muy graves" en el funcionamiento de la misión diplomática, entre las que destaca el "absentismo" del embajador y su abuso de autoridad "a través del miedo, la amenaza y el enfrentamiento". El cese se aprobó en el Consejo de Ministros de este viernes, a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, y se publica este sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El informe de la inspección extraordinaria, realizada entre el 9 y el 11 de marzo, pone en evidencia que "la Embajada de España en Bruselas no parece cumplir las funciones esenciales que le son propias como Representación Diplomática ante las autoridades belgas, situación atribuible al modo de gestión del Jefe de Misión"; es decir, el embajador Matellanes.

El documento, adelantado por Europa Press, subraya también que "la gestión diaria de la Embajada está paralizada y desactivada por el absentismo y la negativa a actuar del Jefe de Misión, el vaciamiento de competencias del personal diplomático, el aislamiento de la Embajada de los consejos sectoriales y la total ausencia de coordinación interna".

Además, tras mantener entrevistas con personal de la representación diplomática, el informe de la inspección señala que "el clima social imperante en la Embajada es de desconfianza, falta de comunicación y tensión por el ejercicio de la autoridad por parte del Jefe de Misión a través del miedo, la amenaza y el enfrentamiento, que se ha visto reflejado en un nivel inusualmente alto de bajas médicas por depresión". Al menos cuatro personas (dos diplomáticos, una secretaria y un chófer) se habrían dado de baja por este motivo, según fuentes diplomáticas.

Los hechos serían de tal gravedad que el informe llega a recordar que, de acuerdo con el protocolo contra el mobbing de la Administración española, constituye acoso laboral "la exposición a conductas de violencia sicológica intensa, dirigidas de forma reiterada, metódica y prolongada en el tiempo hacia uno o más personas, actuando desde una posición de poder, con el propósito y el efecto de crear un entorno hostil y humillante que perturbe la vida laboral y personal de la víctima".

La actuación del embajador en Bélgica había sido denunciada por el Sindicato Independiente del Servicio Exterior (SISEX-USO), que pidió a Margallo su inmediata destitución y la apertura de un expediente informativo, "encaminado a comprobar la veracidad de las graves acusaciones". Fuentes diplomáticas han desvinculado el cese de los atentados del día 22 en Bruselas y han alegado que se retrasó la decisión para no hacerla coincidir con las jornadas posteriores a la matanza.

Matellanes fue nombrado embajador en Bélgica en marzo de 2012, por lo que ya había cumplido cuatro años de mandato, pero su relevo ha quedado en suspendo hasta la constitución del nuevo Gobierno en España. Anteriormente fue embajador en Nicaragua y secretario general técnico de Exteriores. así como cónsul en Bruselas y Nápoles (Italia).

La destitución de Matellanes no es la primera que ordena Margallo desde que llegó al Mministerio. En mayo de 2012 fue destituido el entonces embajador en Arabia Saudí, Pablo Bravo, tras las quejas del ministro de Defensa, Pedro Morenés; y en julio de ese año el embajador de Polonia, Francisco Fernández Fábregas, fue relevado por su forma de festejar un triunfo de España en la Eurocopa. En abril de 2013 fue relevado el cónsul español en Boston (EE UU), Pablo Sánchez-Terán, por cerrar la delegación a su hora habitual, el día del atentado contra el famoso maratón de la ciudad; y en enero de 2014 fue destituido el entonces embajador en la República Democrática del Congo (RDC), Antonio Fernández-Mazarambroz, por una supuesta venta de visados que acabó investigando la Audiencia Nacional. El pasado diciembre, el ministro aceptó la renuncia del embajador de la India, el exdiputado del PP Gustavo de Arístegui, ahora imputado en una investigación de la Audiencia Nacional por el supuesto cobro de comisiones a cambio de interceder a favor de empresas españolas en el extranjero.