Iglesias obliga a Sánchez a elegir una alianza con él o Ciudadanos
El líder de Podemos asegura que "ni por activa ni por pasiva” apoyaría un Gobierno de PSOE, PP y el partido de Rivera
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, intentó mantener ayer el pulso con Pedro Sánchez por imponer los términos de un pacto de Gobierno. Manifestó tras su segunda audiencia con el Rey su veto a Ciudadanos y aseguró que un acuerdo de los socialistas con el partido de Albert Rivera no tendría su apoyo “ni por activa ni por pasiva”, obligando así al líder del PSOE a elegir entre los dos. También pidió al dirigente socialista que negocie con las fuerzas independentistas.
El dirigente de Podemos compareció en el Congreso diez días después de lanzar su propuesta de Gobierno de coalición con el líder socialista y el candidato de IU-Unidad Popular, Alberto Garzón. Empleó en esta ocasión un tono más conciliador para reiterar su oferta al PSOE. “Le he transmitido [a Felipe VI] mi pesar por no poder dar una propuesta de Gobierno más concreta”, señaló, al admitir también que el Monarca le transmitió que espera un “proyecto avanzado” del candidato que opte a la investidura.
No obstante, Iglesias intentó colocar a Sánchez, que será recibido hoy en La Zarzuela, ante una disyuntiva para obligarle a elegir entre formar Gobierno con Podemos o lograr el apoyo de Ciudadanos. La única alternativa a lo que calificó de “Gobierno de progreso” es, en su opinión, “un acuerdo a tres”, entre el PP, el PSOE y la formación de Rivera. Ese hipotético pacto, en el que insistió en incluir a los populares, tendrá su negativa, sin matices. En términos casi idénticos se pronunció Xavier Domènech, el portavoz de la alianza catalana de Podemos, En Comú Podem.
“Es evidente que nuestros programas económicos son lo suficientemente distintos como para que podamos estar en el mismo Gobierno”, agregó Iglesias sobre Ciudadanos, aunque en el pasado puso en varias ocasiones el acento en las coincidencias con Albert Rivera, por ejemplo, sobre regeneración democrática o la reforma de la ley electoral. También calificó de “saludable” la consulta a los afiliados a la que el PSOE someterá sus posibles acuerdos de Gobierno. “Las bases socialistas no quieren ver a su formación como parte del búnker y sí como parte del cambio”, afirmó Iglesias, quien considera que los militantes socialistas prefieren un acuerdo de Sánchez con Podemos.
Para que ese hipotético entendimiento resulte viable, el líder socialista debería dialogar también con fuerzas independentistas como ERC o Democràcia i Llibertat. Estas dos formaciones anunciaron que votarán no a la investidura de Sánchez, por lo que, incluso contando con el apoyo del PNV, el secretario general del PSOE no podría salir elegido con más síes que noes. Iglesias se mostró optimista a este respecto.
“Creo que habría que seguir los pasos, que en este caso es tener armada una propuesta y un equipo de gobierno con el PSOE e IU, y, a partir de ahí, llegaría el momento del diálogo político”, afirmó al contestar una pregunta. “Creo”, añadió, “que las fuerzas políticas a las que se refiere usted [se le preguntaba por los soberanistas catalanes], con las que no estoy de acuerdo en muchas cosas, sí han demostrado históricamente una gran capacidad de diálogo, y estoy convencido de que podríamos llegar a acuerdos, entre otras cosas porque esas fuerzas políticas han señalado algo que es muy importante, y es que ellos ni por activa ni por pasiva permitirían que en España hubiera un Gobierno del PP”.
Margen para el diálogo
Ese punto de partida daría, en su opinión, margen para ese diálogo. “Alguien que aspira a ser presidente tiene que demostrar que es capaz de llegar a acuerdos y tiene que demostrar que es capaz de dialogar con otras fuerzas políticas”, consideró. Y abundó: “Espero que el próximo presidente tenga la suficiente altura de Estado para poder sentarse con quien no piensa como él, con fuerzas políticas catalanas y con fuerzas políticas vascas y poder establecer un diálogo fructífero”.
Varios de los presidentes autonómicos y cargos regionales del PSOE que el sábado acudieron al comité federal del partido fueron testigos de la negativa rotunda de Sánchez a pedir el voto a fuerzas independentistas para lograr una investidura a la Presidencia del Gobierno con el apoyo también de los 65 diputados de Podemos y los dos de IU. A pesar de ello, algunos líderes territoriales no ocultaron su temor a que esas formaciones acaben absteniéndose o, incluso, decidan no participar en la votación del pleno de investidura. Su ausencia bajaría el quórum y podría aupar a La Moncloa a Sánchez. El secretario general de los socialistas mantuvo que ni negociará y ni siquiera consultará a los partidos independentistas. En definitiva, aseguró que no pedirá nada a sus portavoces.
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