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El apoyo a más descentralización crece, aunque sigue siendo minoritario

Los partidarios de permitir la independencia son el 11,5%, máximo histórico

El barómetro del CIS de octubre confirma un fenómeno que, con ligeras variaciones, se viene registrando desde hace dos años y medio: crece el apoyo de los ciudadanos a un modelo territorial más descentralizado y cae el apoyo a fórmulas recentralizadoras. Sin embargo, los partidarios de la segunda opción (28,1%) siguen siendo más que los partidarios de la primera (24,8%). Y la opción mayoritaria no es ninguna de esas sino otra: la de mantener el modelo territorial actual (36,1%). Quienes defienden que se reconozca la posibilidad de independencia de las comunidades representan el 11,5%, máximo histórico en tres décadas.

El ascenso de opciones más autonomistas registrado en los últimos barómetros del CIS viene a compensar el fenómeno contrario que se produjo a partir de 2010: la enorme subida de opciones más centralistas, que alcanzaron su máximo en julio de 2012 (39%). Expertos en ciencia política y demoscopia consultados por este periódico relacionan esa evolución cambiante del último lustro (véase gráfico) más con la crisis económica que con el debate territorial surgido a raíz de la ola independentista en Cataluña.

“La primera opción de muchos ciudadanos ante una crisis tan dura como la que vivimos fue culpar al ‘derroche autonómico’ y a las administraciones más próximas, sobre todo las comunidades, porque ellas aplicaban muchos de los recortes en servicios públicos”, señala el politólogo y director del Euskobarómetro Francisco Llera. “Ese calentón inicial de la opinión pública contra el autonomismo se ha ido equilibrando a medida que la población iba repartiendo las culpas de la crisis entre todas las administraciones”, apunta.

La opción que más respaldo concita es la del modelo autonómico actual

El cambio de tendencia, que se aprecia a partir de mediados de 2012, no ha llegado a compensar aún la reacción inicial. Las opciones de “más autonomía” y “más centralización” estaban casi igualadas al inicio de la crisis; hoy, las segundas superan en 3,3 puntos a las primeras. En cualquier caso, la preferencia mayoritaria sigue siendo la de mantener el Estado autonómico actual: el 36,1% de los encuestados lo apoya (el dato más alto desde finales de 2011).

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En los extremos, quienes querrían un Estado sin autonomías son el 18,7%; y quienes respaldan que exista la posibilidad de independencia de las comunidades alcanzan el 11,5%, el dato más alto desde que empezó a hacerse esta pregunta en los años ochenta.

La mayoría de los encuestados (52,2%) se siente tan español como de su comunidad autónoma; el 17,7%, únicamente español, y el 8,5%, solo de su comunidad.

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