Rajoy ofrece diálogo y ordena evitar la crítica a Mas para facilitar una salida
La Generalitat no confía en una negociación con La Moncloa después del 9-N
Mariano Rajoy ha tomado una decisión, al menos de momento, tras el anuncio de Artur Mas sobre el sucedáneo de consulta que pretende organizar. El presidente ha ordenado a su Gobierno y al PP que eviten salir en tromba contra Mas y hagan llamadas al diálogo. Y él mismo quiso este miércoles pararse en los pasillos del Congreso, algo poco habitual, para ofrecer un mensaje no hostil en el que prácticamente obvió el sucedáneo y se concentró en lo que para él es más importante: que Mas ha renunciado al referéndum.
Rajoy dijo: “Ese referéndum no se va a celebrar, lo ha dicho el señor Mas. Ayer [martes] califiqué eso de excelente noticia y lo reitero ahora. Es un triunfo de la democracia y de la ley, celebro esa noticia, es muy positivo. Se abre un camino para hablar y dialogar”. “No sabemos lo que es eso, pero sabemos que no es referéndum, y eso es lo importante”, resumen fuentes del Gobierno.
Rajoy además ha dado instrucciones a su Gobierno de no moverse de momento en el campo jurídico hasta que no se aclare qué quiere realmente hacer Mas. La orden es usar un perfil bajo y esperar. El análisis político que se hace en el Ejecutivo es que en este momento se vive en Cataluña una batalla encarnizada entre Convergència y ERC, en la que nadie quiere en realidad adelantar las elecciones. Y como Rajoy y los suyos no saben cómo va a acabar, prefieren esperar y en cualquier caso no lanzar mensajes duros que ayudan, según el análisis extendido en el Gobierno, a que ERC y CiU vuelvan a unirse en torno al enemigo exterior.
El presidente, sin lanzar ofertas concretas, que es lo que pide Mas —de momento no está decidido ni siquiera cuándo se contestará a las 23 propuestas que presentó en La Moncloa en julio— sí parece dispuesto a facilitar la ruptura con ERC y la salida política para el president. Por eso en La Moncloa se ve con buenos ojos la posibilidad de que Mas cambiara de socio para irse con el PSC.
El Gobierno lo considera muy improbable en este momento, pero lo apoya con entusiasmo y tanto Mas, como Duran, Pedro Sánchez o Miquel Iceta saben que pueden contar con su respaldo. Lo que no hará Rajoy es seguir la línea de Sánchez de la reforma constitucional.
"Al otro lado no hay voluntad de dialogar", se queja el 'president'. "Espero que ahora acepten las propuestas para hablar", dice Rajoy
En cualquier caso, el Gobierno está decidido a minimizar el sucedáneo anunciado por Mas. Aunque también sabe que tendrá presiones de un sector del PP que pide más firmeza. Hoy tiene previsto ofrecer un discurso el expresidente José María Aznar por la entrega del Premio FAES de la libertad a Enrique Krauze.
“No sé lo que se ha anunciado para el día 9”, dijo Rajoy para minimizar la votación anunciada, “pero no hay más criterio que diálogo y ley. Si vemos que hay cosas que vayan contra la legislación tendremos que recurrir. Pero espero que después de la experiencia con este referéndum que no se va a celebrar se actúe con sensatez y se acepten las propuestas para dialogar y hablar”, remató. Esto es, cree que ha llegado el momento de hablar tras lograr frenar el referéndum.
La Generalitat, por su parte, no espera ningún gesto del Gobierno antes del 9 de noviembre y es totalmente escéptico respecto a la envergadura de la oferta que pueda llegar después. Mas tampoco está haciendo nada, al menos públicamente, para abrir esta negociación. En la sesión de control al Gobierno catalán celebrada este miércoles en el Parlament quedó muy claro el estado de las cosas.
El jefe de filas del PSC llamó a Mas a retomar las negociaciones con el Gobierno para desencallar las 23 propuestas que presentó en julio
El jefe de filas del PSC, Miquel Iceta, llamó a Mas a retomar las negociaciones con el Gobierno para, como mínimo, desencallar las 23 propuestas que presentó en julio. Mas respondió que para negociar hace falta una actitud positiva y que “allí [el Gobierno] no hay buena actitud”.
Un mensaje similar lanzó Mas a la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, que también reivindicó el diálogo. “Al otro lado no hay voluntad para dialogar sobre lo que quiere una mayoría de la sociedad catalana”, dijo.
Mas insistió en que lo que piden ahora los catalanes es garantizar el ejercicio del derecho a decidir para, después, abrir una negociación con el Estado. “Estamos pendientes de la solución que este país necesita para funcionar y tener un Estado de bienestar como se merece”, dijo en referencia a la consulta.
El presidente catalán y su partido, CDC, entienden que ya no se puede volver a escenarios anteriores, cuando CiU garantizaba la gobernabilidad a cambio de contrapartidas en el autogobierno. Mas se preguntó públicamente si esto tiene sentido. “Históricamente lo hemos intentado todo, hicimos el Estatuto, dimos apoyos a PSOE y PP y hubo avances, pero estos retrocedieron inmediatamente con las mayorías absolutas posteriores”.
El objetivo inmediato de Artur Mas es cómo llevar a cabo la consulta alternativa del 9 de noviembre esquivando las previsibles impugnaciones del Gobierno. La Generalitat cree que ahora el PP se limita a “ridiculizar” la nueva fórmula de votación por sus escasas garantías legales, pero que en los próximos días intentará evitar cualquier votación. Mas pidió a Rajoy que no impugne nada si realmente cree que la consulta no es una herramienta fiable.
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