“Pudo haber errores y falta de control, pero no mala fe ni enriquecimiento”
Cándido Méndez está enfadado con UGT Andalucía por cómo ha afrontado el escándalo
Le cuesta admitir en público a Cándido Méndez algo que sus colaboradores cercanos dicen en privado: está enfadado con UGT Andalucía por cómo ha afrontado el escándalo de las facturas falsas. A esa federación achaca “la responsabilidad material” de lo sucedido. Cada vez que se le pregunta qué culpa tiene su ejecutiva en este caso, esgrime que la estructura organizativa del sindicato no les permite hacer —ni saber— más de lo hecho. Este escándalo, el desvío de dinero de cursos de formación, y el de los ERE le han llevado a pasar uno de sus peores 19 años al frente de UGT. Está agobiado, pero le ha prometido a su mujer irse de puente y cumplirá su palabra, aunque previamente quiere “dar la cara antes de que se la partan”.
Pregunta. El caso de los ERE ha hecho mucho daño a los sindicatos. Luego los cursos de formación, y ahora con las facturas falsas parece que les clavan la estocada. ¿Tiene esa sensación?
Me esfuerzo para que la respuesta al escándalo no se parezca a la del PP
Respuesta. Ha sido un año duro para el país y también para las organizaciones sindicales, especialmente en este último tramo para la UGT. Hay un componente de acoso a las organizaciones sindicales que se remonta a mucho tiempo, pero también es verdad que hay problemas que tenemos que enfrentar. En muchos medios de comunicación se habla del caso Gürtel, del caso Bárcenas, aquí se ha pasado a hablar del caso UGT. Pero UGT tiene un millón de afiliados y unas raíces muy sanas en los centros de trabajo, y se debería evitar la generalización.
P. Usted ha introducido un matiz: no es solo la campaña mediática, hay problemas. Pero cuando se escucha la grabación de la asamblea de UGT en Andalucía de hace un mes y las palabras de Francisco Fernández Sevilla, se oye que “hay una conspiración contra los sindicatos”. Esta reacción recuerda a la del PP cada vez que aparece alguna información del caso Gürtel o de Bárcenas.
R. Estoy haciendo un esfuerzo para que no se nos confunda con el PP, ni en la manera de responder dialécticamente, ni en la cultura de la organización, ni en lo que acontece en las organizaciones. Aquí hay una contabilidad oficial, y solo una…
P. Rajoy también dice eso.
R. En el caso Bárcenas hay un procedimiento en la Audiencia Nacional, donde se habla de una contabilidad paralela continuada en el tiempo que en la UGT no hay. Dicho esto, debemos dar explicaciones.
P. Los dirigentes de UGT en Andalucía afirman que su estrategia para hacer frente a esta situación estaba permanentemente consensuada con ustedes, ¿es así?
En España se dimite poco y en este sindicato se ha hecho
R. Sería ilógico decir que no hablaba con el ex secretario general de Andalucía [Francisco Fernández Sevilla], lo he llamado bastantes veces. Intentaba clarificar y contrastar las informaciones que salían, preguntaba si conocía la información y pedía que la investigara y las aclararan. ¿Qué es lo que ocurre? A veces la propia ejecutiva de UGT-A no conocía la información, la mayoría de la dirección es nueva, de hace meses.
P. ¿Ha notado en ellos falta de colaboración u obstáculos a sus demandas?
R. Creo que la ejecutiva de UGT-Andalucía quería asumir su responsabilidad, era muy celosa de su autonomía, y consideraba que estaba ante una campaña de comunicación y que había que contrarrestarla con otra, aunque hay un momento en que es la propia ejecutiva andaluza la que solicita a la Junta iniciar un proceso de reintegro de facturas…
P. No preguntaba por la Junta, sino por UGT-Andalucía.
R. Sí, a eso voy. Lógicamente ahí manifiesto que aquí hay algo más y hay que corregirlo. En ese momento yo manifiesto que hay que esclarecer responsabilidades, y eso es lo que ha acontecido.
P. De esta respuesta se deduce que está quejoso por la reacción.
R. No quiero decirlo así. No sería correcto ni preciso. Lo achaco más a las dificultades para conocer la información y no porque hubiera voluntad de ocultamiento. La mayoría eran nuevos.
P. No es el caso de Fernández Sevilla, que fue mano derecha de Manuel Pastrana [su predecesor].
R. Ahí está la explicación de por qué él dimite ahora.
P. ¿Ha tardado mucho?
R. En una situación como esta, el tiempo no puede ser gobernado por uno mismo. La complejidad de la documentación y su análisis requieren un tiempo que no depende de él. Y en el caso de los programas de UGT-Andalucía con la Junta cabe destacar que hay una asunción de responsabilidades. En España se dimite poco y aquí se ha hecho, más allá de cuando se produce la dimisión.
P. La información de que la Junta va a reclamar la devolución de 1,8 millones fue clave para que Fernández Sevilla tomara su decisión. ¿Ustedes en Madrid no tenían información previa de esto?
R. Yo no.
P. ¿Qué le parece la actuación de la Junta y de la nueva presidenta, Susana Díaz, advirtiéndoles de que no va a tolerar menoscabo del dinero público?
R. Me parece que la presidenta de la Junta, desde su discurso de investidura, ha enarbolado esa bandera. Incluso la utilizó en la visita que hizo a Rajoy. Y se encuentra con la problemática de la justificación de programas de la UGT y, bueno, pues ha hecho esa serie de afirmaciones.
P. ¿Le parecen bien?
R. No quiero entrar a valorarlas, pero me parecen lógicas.
P. En todo este caso hay facturas cargadas a comidas en la feria, 700 maletas para un congreso, ahora la Junta pidiendo la devolución de 1,8 millones. ¿Todo esto ha podido pasar sin que la comisión ejecutiva confederal de UGT supiese nada?
R. Bueno, hay que tener en cuenta que la documentación y la justificación de programas, la orientación de los gastos, está radicada en UGT-Andalucía. Mi organización está muy descentralizada y no puedo inventarme una organización distinta hacia el pasado. Por tanto, nosotros no tenemos por qué tener conocimiento. Es más, nuestra sensación es que allí las cosas se hacían correctamente. En Andalucía, se hacían y solicitaban auditorías externas.
P. ¿No les llegó una sospecha?
R. Seguimos pensando que, en general, las cosas han funcionado correctamente. Ha podido haber descontrol en la atribución de facturas, desorden, facturas imputadas de forma injustificada. Pero hoy por hoy, a mi juicio, nadie con una base sólida puede afirmar que se ha ido más allá. Sí creo que estos temas nos perjudican mucho, por la percepción que pueden tener los trabajadores y la sociedad en una situación tan difícil, más que el caso de los ERE.
P. Ustedes en Andalucía han hecho un despido colectivo y hace tiempo que ha habido gente despedida molesta, alguno ha salido en medios de comunicación contando que Manuel Pastrana tenía comportamientos muy autoritarios. ¿Eso no llegaba aquí?
R. Mire, no, nada, se lo puedo asegurar.
P. ¿Nada?
R. Manuel Pastrana es una persona muy respetada en UGT. Es el ejemplo de la superación de una dificultad física creciente, además, a base de voluntad [padece una enfermedad degenerativa]. Es la percepción que manteníamos, y que yo sigo manteniendo. Errores podemos cometer todos.
P. ¿Y después de esto qué valoración hace de los 15 años de Pastrana en Andalucía?
R. Hay cifras que hablan por sí solas. A lo largo de ese tiempo, nuestra organización ha aumentado la representación de los trabajadores y la afiliación. Sobre esta situación que ahora tenemos que afrontar, tendremos que esperar hasta que se aclare. No quiero emitir un juicio sobre una situación que está aclarándose aún. Sinceramente, creo que los rasgos fundamentales se mantendrán. Ha podido haber errores, problemas de control, pero no creo que haya habido mala fe, ni voluntad de incorporar una factura que no corresponda con la atribución correcta a un programa de una actividad.
P. ¿Por qué han tardado tanto en explicar ahora en público que les han copiado y borrado información de sus ordenadores si llevan meses transmitiendo la sospecha de que unos trabajadores despedidos les habían robado información y no lo denunciaron?
R. Sí, esa es una información que conocemos antes.
P. ¿Por qué no se contó antes?
R. En su momento se extrajeron los discos duros del ordenador ante notario, eso se ha publicado, y se contrató a una empresa especializada para comprobar y certificar si había habido manipulación de los equipos informáticos. Esa empresa hasta hace poco no ha estado en condiciones de certificar lo ocurrido. Además, ayer [por el miércoles] UGT-A hizo una precisión, están borrados los archivos informáticos, pero existe el soporte papel en el archivo de Córdoba.
Nuestra sensación es que en Andalucía se hacían las cosas correctas
P. Este episodio recuerda mucho al del PP y sus excusas sobre los ordenadores de Bárcenas y los discos duros.
R. Mire, que yo sepa, no he tenido conocimiento de que el PP llamara a un notario y que levantara acta en Génova de la situación de esos ordenadores. Lo que he oído es que se han roto los discos a martillazos. Es más, aquí se conservan los soportes de papel.
P. De todo lo visto y publicado hasta ahora no se deduce enriquecimiento de nadie. ¿Teme que llegue ese momento?
R. No. Conozco la cultura de mi organización. Si eso fuera así, para mí sería un desgarro personal muy importante. Creo que no va a llegar ese momento. [En el caso de los ERE] aquí hubo una persona, que es Juan Lanzas, que pretendió enriquecerse y se desvinculó de la UGT. Se mantuvo como afiliado de base y cuando se conocieron sus actividades, en 2011, se le abrió expediente y fue expulsado. En ese aspecto, lo digo con absoluto convencimiento, no creo que llegue ese momento en que se descubra que ha habido enriquecimiento personal de nadie en la UGT. No lo creo.
P. La Audiencia Nacional ha enviado a Andalucía la denuncia de Manos Limpias porque no ve indicios suficientes para abrir en Madrid una investigación. Hay compañeros suyos que no ven esto como una buena noticia porque creen que la juez Alaya imputa con mucha facilidad. ¿Tiene usted miedo o alguna prevención?
R. No tengo miedo ni prevención. Hay un dato fundamental y esclarecedor. La Audiencia dice que lo que le han aportado son recortes de periódico, y el fiscal que las cosas más concretas se plantean en Andalucía y allí ya se están investigando. Para mí es importante ese esclarecimiento. A mí lo que me puede preocupar es que se alarguen los procedimientos y se consolide un juicio mediático, cuando, por ejemplo, en relación con los ERE, UGT solo tiene un imputado y otras organizaciones más. Y sobre la justificación de programas, no hay nadie.
Creo que aún soy más útil a la organización en el lugar donde estoy
P. ¿Toda la responsabilidad reside en UGT-Andalucía?
R. La responsabilidad material de lo sucedido reside allí porque allí se han tomado las decisiones. ¿Puede haber responsabilidades? No excluyo responsabilidades políticas de carácter general, pero la material está ubicada allí.
P. ¿Notan en la afiliación que les este afectando este caso?
R. Está bajando, un 9% con respecto al año pasado, pero no se ve que haya habido un valle. Estamos padeciendo la crisis con un cierto desfase temporal.
P. ¿Y en Andalucía?
R. No tengo el dato, pero creo que es parecido.
P. ¿Cuándo se va a recuperar UGT de esto?
R. Será un proceso lento que vamos a intentar acelerar todo lo posible. Tenemos unas raíces sólidas sanas. A UGT no se la conoce solo por la proyección del secretario general, sino por el trabajo que se hace de base en las empresas. Tras una experiencia muy dura a comienzos de mi mandato, la de la cooperativa de viviendas [PSV], quedó acreditado que tenemos capacidad de recuperación.
P. Aquella crisis se resolvió con la salida del histórico Nicolás Redondo.
R. Aquella crisis se resolvió con un relevo en el congreso, ya previsto. Pero lo que sí puedo decir es que si esta situación exige la asunción de responsabilidades a otro nivel, incluido el mío, eso necesariamente hay que contemplarlo. Ahora bien, hay muchos compañeros que me dicen: “por qué no dejas esa palabra apartada”, porque ahora tenemos que ponernos al frente de la organización para los cambios, y creo que ahora puedo ser más útil en el lugar donde estoy.
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