“Cada vez falta menos para que se vea cómo somos cuando gobernamos”
Rosa Díez (Vizcaya, 1952) encabeza Unión Progreso y Democracia (UPyD), el más reciente de los partidos nacionales, con un discurso de regeneración y reforma del modelo de Estado. Proclama el final del bipartidismo. Ahora solo gobierna el Ayuntamiento de Hernansancho (Ávila).
Pregunta. ¿Por qué sube UPyD en las encuestas?
Respuesta. Porque los ciudadanos sienten que hay una necesidad de otra opción política y por eso respondemos a una demanda que ya existía.
P. ¿Estamos ante un nuevo modelo político con el final del bipartidismo?
R. Sin duda. En España ocurre siempre lo mismo que en otros países de nuestro entorno, aunque más tarde. El bipartidismo ha tenido su historia en casi toda la democracia, porque al inicio de la Transición hubo cuatro grandes partidos nacionales, pero treinta y tantos años después volvemos al origen.
P. ¿Qué consecuencias tendría ese cambio de modelo?
Me la repampinfla que digan que somos de derechas o de izquierdas
R. Hay un modelo bipartidista agotado y la consecuencia más directa sería que los ciudadanos tendrían más opciones al elegir. La pluralidad siempre es un elemento relacionado con una democracia de calidad y la gente se sentiría más vinculada, con menos tentaciones de situarse al margen de la política. La ley electoral buscó el partidismo porque el legislador tenía miedo de que España fuera ingobernable. Eso ha cumplido su etapa y los ciudadanos tienen ahora otras exigencias.
P. Si fuera así y se necesitaran acuerdos para gobernar, ¿con quién estaría más cómodo UPyD?
R. Lo importante no es la pareja, sino la música. Y la música en política son las leyes, las decisiones, las opciones. No se trata de elegir parejas, sino en ponerse de acuerdo sobre la música que queremos bailar. Cómo resolver lo que consideramos los problemas fundamentales de los ciudadanos. Ni el PP ni el PSOE han querido entrar en nuestras propuestas, como las de regeneración democrática o despolitización de los órganos de las cajas de ahorros, del Poder Judicial, de los órganos reguladores, la reforma del modelo territorial… No hay diferencia entre PP y PSOE en no querer discutir estos asuntos, los dos están muy cómodos en su statu quo que les garantiza mantener su alternancia. Hablaremos de ello con quien haya que hacerlo.
P. ¿La reforma de la Constitución sería irrenunciable?
R. Hay muchas cosas que no requieren reforma constitucional y que podemos ir haciendo, aunque tengamos el horizonte de reformarla. Antes de ir al modelo territorial se puede cambiar la ley electoral sin tocar la Constitución, recuperar la competencia en educación, la independencia de los órganos reguladores, la reforma del Código Penal contra la corrupción… Hay muchas propuestas que no requieren cambios en la Constitución, aunque de forma acordada se tenga ese horizonte de elecciones constituyentes. Sin miedo, porque el artículo 135 se cambió en 24 horas en un despacho sin consultarlo.
P. ¿Su modelo es centralizado, de las autonomías o federal?
R. Defendemos el modelo federal cooperativo. Una amplia descentralización del Estado; cooperativo y no competitivo como el de Estados Unidos, de alta descentralización en el que el Estado tiene competencias en cuestiones que estimamos que protegen derechos fundamentales. Quien proclama el derecho tiene que tener instrumentos para hacerlo efectivo con igualdad a todos los ciudadanos, otra cosa es quién lo ejerce. Lo más parecido al modelo alemán. Hay que acabar con las duplicidades, porque cuando hay varios que asumen las mismas competencias, no hay nadie que asuma la responsabilidad y, además del despilfarro, hay una indefensión de los ciudadanos.
P. ¿Cuáles son sus propuestas básicas contra la crisis?
R. La única manera de afrontar con éxito la crisis económica se deriva de afrontar la crisis política que está en las instituciones y que parte de la necesidad de reformar nuestro modelo territorial, hacia un modelo de Estado que sea sostenible y viable.
¿Con quién pactaremos? Lo importante es la música, no la pareja
P. ¿UPyD es de izquierdas o de derechas?
R. En fin, yo creía que a estas alturas no me iba a hacer esa pregunta. Comprendo que es mucho más fácil esconderte detrás de un adjetivo, pero nosotros somos un partido inequívocamente progresista y nacional. Hay quien dice que somos de la extrema derecha y quien dice que somos de la extrema izquierda; nos la repampinfla el adjetivo. Somos la política que defendemos. La calificación, que la haga cada uno.
P. ¿Es UPyD oportunista porque no tiene el desgaste de haber gobernado y lanza los mensajes que la gente quiere oír, buscando los huecos que dejan otros?
R. Cada vez falta menos para que se pueda comprobar cómo somos cuando gobernamos.
P. Tienen un discurso contra los políticos profesionales, pero usted lleva 30 años viviendo de la política...
R. No tenemos un discurso contra los políticos profesionales; tenemos un discurso contra los malos políticos y la mala política. Hay una diferencia brutal entre los políticos profesionales y los profesionales de la política. Los políticos profesionales, como los periodistas profesionales o los médicos, son los que hacen bien su profesión. Los profesionales de la política o la medicina o el periodismo son los que están para lucrarse de la profesión, pero no hacen bien su tarea. Estamos a favor de la regeneración de la política, la limitación de mandatos, la transparencia, los controles...
P. ¿Usted nunca ha tenido ningún privilegio como política?
R. No. Pero hay quien puede entender que tener un sueldo todos los meses es un privilegio. Tenemos a nuestro favor que incluso hemos propuesto eliminar unas pensiones para las que teníamos una expectativa de recibirla.
P. Tienen un discurso antinacionalista, pero estuvo en el Gobierno vasco que presidía el PNV.
R. No es verdad. No es contra los nacionalistas, sencillamente no soy nacionalista, ni lo era en el Gobierno de coalición. Tampoco es verdad que no tuviera entonces opinión contraria de lo que significa el nacionalismo. Siendo consejera, publiqué muchas cosas explicando esto.
P. Está contra la ley electoral, pero estaba en el PSOE y no la cambió.
R. En el año 2000 ya di una conferencia en el Club Siglo XXI en la que planteaba la reforma de la ley electoral y seguía siendo miembro del PSOE. Debe ser que tengo que pedir perdón por eso, pero en el partido socialista estuve bastante más preocupada en lo de la libertad que en lo de la igualdad, debía ser que me tocó vivir en un lugar en el que la libertad era lo más urgente. En fin.
P. ¿Se sigue considerando socialista?
R. Soy una socialdemócrata clásica. El partido no lo es. UPyD no es socialdemócrata, pero yo sí.
P. ¿Cuál es su posición sobre el aborto?
R. Hicimos enmienda de totalidad a la ley anterior y defendemos un acuerdo porque no es un asunto de izquierdas ni de derechas, sino transversal. La ley anterior de supuestos tenía fallos porque uno de los supuestos era un coladero y la actual mezcla plazos y supuestos y no resuelve el problema. Se hizo mal y se quiere cambiar mal. Mi posición es favorable a los plazos.
P. ¿Qué debería hacer y no hace el Gobierno frente al proceso soberanista en Cataluña?
R. El Gobierno y el Estado deberían de existir en Cataluña. Que los catalanes sientan que el Estado existe en Cataluña, además del Tribunal Constitucional, como proyecto, defensa de intereses y valores de todos. El Gobierno no está con un discurso alternativo, solo está en los tribunales. Ante la pulsión soberanista Rajoy hace lo que hace con todas las cosas: se dedica a esperar a ver si otros se aburren, en este caso Artur Mas.
P. ¿Si una mayoría del Parlamento de Cataluña quiere la independencia qué se puede hacer para impedirlo?
Yo soy una socialdemócrata clásica, pero UPyD no lo es
R. La independencia nos afecta a todos los españoles. Si una mayoría del ayuntamiento de Barcelona quiere independizarse de Cataluña, ¿cómo lo hace Cataluña? Oiga es que la independencia de Barcelona afecta a toda Cataluña. Todos tenemos el deber y la obligación de pronunciarnos, es lo que tienen las democracias, que son incluyentes. Lo que nos plantea el nacionalismo catalán es declararnos extranjeros a muchos españoles en Cataluña y a muchos catalanes en España y las democracias son muy contrarias a eso.
P. ¿Se siente nacionalista española?
R. Ni me siento ni lo soy. Los nacionalistas creen que todos tienen que ser nacionalistas de algo y no entienden que se puede ser catalán, vasco o español sin ser nacionalista.
P. ¿UPyD es un partido monárquico o republicano?
R. No nos parece que el modelo de Estado haya que redefinirlo. Vivimos cómodos en la monarquía parlamentaria, pero la monarquía también tiene que cambiar. Esta exigencia de transparencia y de rendición de cuentas y comportamiento más exigente que la ciudadanía tiene con nosotros no se para ante ninguna institución y tampoco ante la Casa Real y la única forma de que siga siendo útil es que se adapte a los tiempos con normalidad. No se le puede exigir menos rigor, control y transparencia a la Jefatura del Estado si es una monarquía que si es una república.
P. ¿Está a favor de subir o de bajar impuestos?
La única manera de afrontar la crisis es con una reforma territorial
R. Estamos a favor de una reforma fiscal radical y común que ataje esta fiscalidad diversa y a la carta, cambiable, irresponsable y negativa en sus consecuencias. En nuestra web están recopiladas nuestras propuestas fiscales y estamos profundamente en contra de la improvisación fiscal y creemos que tiene que haber una fiscalidad común en Europa y en España, definida de forma global y consensuada, sin privilegios.
P. ¿Está a favor de la reforma laboral?
R. UPyD es el único partido que está a favor del contrato único e indefinido, con una indemnización creciente desde el primer día. Lo defendimos la legislatura pasada para acabar con la dualidad y criticamos esta y la anterior reforma laboral. Es extremadamente irresponsable que el Gobierno ventile el asunto diciendo que es inconstitucional, porque además de falso es una falta de respeto a la inteligencia.
P. ¿Está a favor de las privatizaciones en la sanidad?
R. En contra. Radicalmente. Por la forma y por el fondo. Y muy en contra de no llamar a las cosas por su nombre, porque lo que se está produciendo en Madrid es una privatización del sistema de salud, con perjuicio para los ciudadanos y para los profesionales.
P. ¿Hay que cambiar la ley de violencia de género como dice su diputado Toni Cantó porque hay muchas denuncias falsas?
R. No hemos presentado iniciativas para cambiarla. Como todas las leyes merece una evaluación. Globalmente es una muy buena ley, pero sigue habiendo un número insoportable de mujeres que mueren, luego algo falla. La revisión de la ley no tiene nada que ver con las denuncias falsas que, por cierto, las hay en todo tipo de delitos.
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