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Respaldo o silencio en público, pero inquietud en privado

Críticas de IU, ERC y Tomás Gómez, mientras PP y PSOE comentan con discreción el problema que puede significar el descrédito del Rey en un momento tan delicado

Carlos E. Cué

En público, las críticas solo llegan desde Izquierda Unida o Esquerra Republicana y un Tomás Gómez que se saltó el silencio de su partido (PSOE), para decir que el Rey tiene que elegir entre sus responsabilidades o abdicar para poder hacer otro tipo de vida, esto es, poder irse a cazar elefantes a Botsuana en plena crisis. Si uno mira las declaraciones públicas, el asunto del viaje del Rey parecería menor, apenas ocupa espacio. Sin embargo, en privado, la política española vivió ayer y el sábado jornadas de enorme preocupación.

"Tras los perjudiciales acontecimientos de estos meses, están pensando en el relevo Real", señala Odón Elorza

Tanto el Gobierno como el PP y el PSOE comentaban con discreción el enorme problema que puede significar el descrédito del Rey en un momento tan delicado, con la crisis económica en su apogeo. El Rey tiene un papel relevante en las grandes negociaciones internacionales de contratos de empresas españolas. Su entrada en Latinoamérica y en las monarquías árabes es muy conocida. Y cualquier deterioro de su imagen afecta a esa fortaleza, más en plena crisis. Además, en un momento de preocupación por la deriva soberanista en Cataluña y por la posibilidad de que el año que viene se conforme también una mayoría soberanista en el País Vasco, casi todos los consultados señalan que una mala imagen del Rey es el peor de los escenarios.

Oficialmente, el PP esquiva el asunto. “Me remito al comunicado de Casa Real”, repitió tres veces la secretaria general, Dolores de Cospedal. Los socialistas mantuvieron el silencio el primer día, y ayer dijeron sin decir. Elena Valenciano señaló: “El PSOE nunca comenta la agenda privada del jefe del Estado, ni cuando nos gusta ni cuando no nos gusta. Y por responsabilidad institucional tampoco vamos a hacerlo ahora”.

En una línea similar se pronunció Josep Antoni Duran, (CiU): “No seré yo con la que está cayendo y ante la necesidad de presentar una fortaleza ante el exterior, quien se dedique a desestabilizar una institución, esté de acuerdo o no con ella”. Duran ve “inevitables” las críticas al viaje.

En la reunión de Rajoy con los barones del PP el sábado, el presidente no dijo una palabra del asunto. Sobre todo inquieta en el PP y el Ejecutivo que el Rey pierda el apoyo de la derecha monárquica. Los consultados admiten que una abdicación es algo muy delicado. Don Juan Carlos ha dejado claro que él piensa que los reyes deben gobernar hasta su fallecimiento. Sí parece probable, según las fuentes consultadas, que el Príncipe ocupe cada vez más espacio.

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