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El ascensor más rápido

El fabricante de elevadores Orona esquiva la crisis nacional con sus ventas en el exterior. Este año planea comprar varias sociedades en Alemania y Polonia

Carmen Sánchez-Silva
Ciudad de la innovación en Hernani que promueve Orona
Ciudad de la innovación en Hernani que promueve Orona

La crisis preocupa, pero Orona, el fabricante de elevadores de Corporación Mondragón, tiene las espaldas cubiertas. Es una de las cooperativas más internacionalizadas del grupo vasco y sabe que la drástica caída del consumo nacional será compensada con la demanda exterior. Así ha sido en estos últimos cinco años, cuando Orona ha esquivado la recesión haciendo crecer su negocio fuera de las fronteras españolas.

La compañía cerrará 2012 con un aumento moderado de las ventas y unos resultados similares al año pasado. Es decir, con una cifra de negocio superior a 560 millones de euros (frente a los 556 millones de 2011) y unos beneficios próximos a los 90 millones de euros. Y eso a pesar de que en España “la caída del mercado es brutal, del orden del 82%, ya que hemos pasado de construir unas 800.000 viviendas anuales a tener dificultades para levantar 100.000”, asegura el director general de la compañía.

Javier Mutuberria es el brazo ejecutor del éxito de Orona, que está tirando de los resultados de Corporación Mondragón. “Nuestro perfil de negocio es cada vez más internacional. Haremos un buen ejercicio, en contraste con el de Grupo Mondragón, en el que la situación es muy dura por el peso que tiene el mercado nacional en sus áreas de servicios y consumo”, indica. Orona “exporta a cien países y la mitad de nuestro mercado exterior está en Europa. Francia, Reino Unido, Alemania, Benelux... Es nuestra gran plataforma y seguimos creciendo en ella durante 2013 aunque la economía europea esté plana”, añade Mutuberria, que prevé una caída adicional del 32% para el ejercicio que acaba de comenzar en el mercado español. “No retrocederemos con mayor presencia internacional, que es lo que vamos a potenciar”, continúa. En la última década, Orona ha pasado de vender de 17 países a 99 países, además de transformarse en una empresa de servicios.

El grupo cerrará 2012 con más de 560 millones de euros de ventas

Las apuestas que vienen están, por tanto, en Europa. Y en este mercado son Alemania y Polonia los lugares en que el fabricante de ascensores y escaleras mecánicas ha puesto los ojos para ganar tamaño. Su estrategia se basa en hacerse fuerte a través de la compra de pequeñas empresas locales. “Nuestro crecimiento es inorgánico. Y durante este año seguiremos incorporando empresas al grupo. Contamos con un presupuesto de inversión de 50 millones de euros para ello”, explica el director general de Orona. ¿Cuántas sociedades pretenden adquirir? Mutuberria explica que no hay un número preestablecido, que dependerá de las oportunidades que surjan. No obstante, afirma: “Podrían ser entre una y tres, pero ojalá fueran cinco”.

En los últimos años, cuenta el directivo, el fabricante de elevadores ha protagonizado adquisiciones en Irlanda, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Noruega, Luxemburgo... Y no precisamente una o dos. Orona se ha hecho desde 2008 con unas 15 sociedades de servicios que compran el producto que sale de sus dos plantas del País Vasco y se ocupan del mantenimiento de esas instalaciones en sus respectivos países.

Con ellas no solo ha intensificado su presencia en el exterior, sino que se ha convertido en uno de los líderes del mercado europeo, donde compite cara a cara con las grandes multinacionales del sector, Otis o Schindler, pero no tiene una marca tan conocida como ellas. “Eso es lo que tenemos que corregir ahora, en la nueva fase de Orona”, aprecia Mutuberria, “sobre todo porque ofrecemos mejor servicio y porque vendemos materiales a terceros, al contrario de lo que hacen las multinacionales. Hemos recortado la distancia con ellas y, aunque somos una empresa más joven y modesta, figuramos entre las diez primeras del mundo”.

Este año estrena en Hernani el primer edificio de la ciudad de la innovación

En estos tiempos de crisis, Orona demuestra su buen estado de salud y sus ansias de labrarse un futuro, con un proyecto emblemático. Precisamente el que le va a servir para ganar la visibilidad de que carece y de la que Mutuberria se hace responsable por la discreción que acompaña su gestión. Se trata de Orona-Ideo, un macroproyecto que pretende ser la cara visible de la nueva Orona, según Mutuberria.

En Hernani, la localidad guipuzcoana donde se encuentra la sede de la empresa y su origen, se está levantando la ciudad de la innovación. Un proyecto que va a requerir una inversión de 70 millones de euros por parte de la empresa del Grupo Mondragón y cuyo primer edificio será inaugurado en septiembre de este año. Supone la constatación de la importancia que la empresa le concede al I+D, donde el año pasado invirtió 10 millones de euros y dió empleo a 60 investigadores. Unos 300 ingenieros externos apoyan el trabajo de sus especialistas.

“La idea es reforzar nuestro modelo de innovación, que siempre ha estado muy ligado a las universidades y los centros de innovación, aunque lo hacíamos a distancia. Ahora esta innovación en red que practicamos hace años la vamos a realizar en un entorno físico compartido, con lo que esperamos que el intercambio sea mayor”, explica. “Pretendemos que Orona-Ideo se convierta en una ciudad de la innovación abierta a la sociedad, una ciudad que promueva la innovación en el ámbito investigador, académico e institucional en Europa, que sea el motor de transformación de la economía en Hernani, donde al menos se crearán mil puestos de trabajo”, añade Javier Mutuberria.

En 40.000 metros cuadrados se darán cita cuatro edificios en los que se instalarán la Fundación Orona, el centro de investigación, la sede corporativa de la compañía y el pabellón de visitantes. En unos inmuebles dotados de las últimas tecnologías y que han hecho de la sostenibilidad y la eficiencia energética su bandera (de hecho, el inmueble que da entrada al complejo se denomina Orona Zero porque la cubierta fotovoltaica que lo cubre aproximará su consumo energético a ese número). La compañía quiere consolidarse como un referente mundial en innovación y trabajará en el diseño de los sistemas de movilidad y accesibilidad del futuro.

El primer edificio en inaugurarse será el que albergue la Universidad de Mondragón y la de Orona, para que así pueda comenzar el curso 2013-2014 en las nuevas instalaciones. El resto del complejo se abrirá en 2014 para que, con este hito, pueda celebrarse otro de mayor calado: los 50 años de vida del grupo de elevadores guipuzcoano que hoy está formado por una treintena de sociedades y cuenta con más de 4.100 empleados. Una compañía que pisa fuerte y que seguirá dando que hablar.

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Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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