Dos muertos en la provincia natal de Chávez al reanudarse las protestas en Venezuela
Los manifestantes también ocasionaron cuantiosos daños a propiedades públicas y privadas
El epicentro de las protestas callejeras que desde hace 51 días se desarrollan en las ciudades venezolanas se trasladó a Barinas, la provincia natal de Hugo Chávez, donde este lunes se reportaron dos muertes por heridas de balas y cuantiosos daños a propiedades públicas y privadas, entre ellas, la residencia materna donde el comandante revolucionario pasó sus años de adolescencia.
Aunque la alianza opositora, Mesa de Unidad Democrática (MUD), solo había convocado este lunes a una marcha por la salud, que congregaría a profesionales de la medicina y la enfermería en Caracas y otras ciudades en protesta contra la crisis sanitaria que azota al país, la actividad se confundió con un llamado a paro que ninguna organización conocida se atribuyó pero que el domingo en la noche circuló profusamente por las redes sociales.
En Barinas, la capital del estado homónimo en los llanos suroccidentales, el llamado a paro fue atendido mayoritariamente, bien de manera voluntaria o por la coerción de los grupos de opositores que recorrían las calles. Importantes arterias viales de la ciudad, como las avenidas 23 de enero y Adonay Parra, amanecieron bloqueadas por barricadas.
La jornada se tornó violenta en horas de la tarde, cuando se supo de la muerte de dos jóvenes, Yorman Bervecia y Jhon Alberto Quintero —el primero, estudiante de liceo— por disparos en medio de los choques con fuerzas de seguridad del Estado en Guanapa y Los Pozones, dos sectores distintos de la ciudad.
En la escalada, atacantes lanzaron piedras a la vivienda de la familia Chávez Frías en la urbanización Rodríguez Domínguez de la ciudad de Barinas. El comandante Hugo Chávez, oriundo de la vecina población de Sabaneta, vivió en ese lugar mientras cursaba estudios de educación primaria y secundaria.
También se registraron incendios en otros lugares como la sede del Instituto Regional de la Vivienda, dependiente de la Gobernación del estado -hoy a cargo del hermano mayor de Chávez, Adán- y la sede local del Consejo Nacional Electoral (CNE). Hubo saqueos en la avenida Industrial de Barinas.
En Caracas, la capital del país, la situación fue tensa en los municipios de clase media del sureste de la ciudad, Baruta y El Hatillo, donde grupos sin identificar cerraron calles y se enfrentaron a los cuerpos de seguridad. Los vecinos de la zona —un reservorio electoral de oposición— denunciaron a través de las redes sociales la presencia de grupos de choque irregulares del oficialismo, los llamados colectivos, que hacían rondas de vigilancia e intimidación.
Según diversos testimonios, francotiradores vestidos de civil disparaban contra los manifestantes desde la sede de una dependencia de la empresa estatal de petróleo, Pdvsa, en La Trinidad, un barrio industrial y comercial del municipio Baruta. Al menos una persona resultó herida de bala.
Entre tanto, la marcha convocada por la MUD recorrió algunas cuadras de la avenida Francisco de Miranda hasta que agentes antimotines de la Policía Bolivariana y la Guardia Nacional la dispersaron con bombas lacrimógenas, justo a la entrada del municipio Libertador.
Poco antes, durante la marcha, el Gobernador del estado de Miranda y líder opositor, Henrique Capriles Radonski, aseguró que las protestas diarias demostraban que ya está en ejecución el artículo 350. Ese artículo concede a los ciudadanos el derecho a rebelión cuando el hilo constitucional se vea interrumpido. “Los venezolanos tenemos el derecho de desobedecer cualquier convocatoria fraudulenta que haga el gobierno”, dijo Capriles, en referencia a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que ha hecho el presidente Nicolás Maduro.
El Gobierno, que atribuye la mayor parte de las muertes durante la protesta a la propia oposición, ha convocado para este martes a una “Gran Marcha para la Paz, la Vida y la Convivencia” para denunciar la “violencia y el fascismo”. En Caracas, el sector oficialista espera cubrir el trayecto que va desde la avenida Libertador hasta la céntrica plaza Diego Ibarra.
El ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, ofreció una rueda de prensa en la que expresó que de 1.600 protestas de oposición contadas desde el 1 de abril por las autoridades, 600 habrían tenido carácter violento. De acuerdo con Villegas, la oposición buscaría cargar al Gobierno las muertes y daños producidos en los desórdenes, y para ello “usan el dolor de familiares para sembrar una verdad que no se puede revertir”.
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