Hallan en la casa del fiscal Nisman un perfil genético distinto al suyo
La jueza ordena cotejar la muestra con el ADN del informático que le prestó la pistola al fiscal
La policía científica ha encontrado en el domicilio del fiscal Alberto Nisman un perfil genético distinto del suyo. Aún no se sabe si corresponde a alguna de las personas que manifestaron haber visitado a Nisman el sábado 17 de enero, un día antes de su muerte. De momento, la jueza Fabiana Palmaghini, a cargo de la investigación, ha ordenado en la mañana del martes, cotejar la muestra con el ADN de Diego Lagomarsino, el informático que le prestó la pistola al fiscal.
El ADN se encuentra en una taza de café y Diego Lagomarsino afirmó haber tomado café en casa de Nisman un día antes de su muerte. El colaborador informático del fiscal señaló en conferencia de prensa haber entrado dos veces en el domicilio de Nisman. En la primera ocasión, siempre según Lagomarsino, Nisman le pidió una pistola porque dijo que ya no se fiaba ni de sus escoltas. Y la segunda vez que entró en su apartamento, alrededor de las ocho de la tarde del sábado, Lagomarsino le dejó el arma. "Le dije: 'Mirá, es un arma vieja, es una 22, ¿de qué te vas a defender con eso?", relató el informático el pasado 28 de enero. "Y me dice: 'No te preocupes, es para llevar en la guantera por si viene un loquito con un palo y me dice traidor, hijo de puta'. Le dije: 'Pero Alberto, eso no asusta a nadie'. Y me dijo: '¿El único favor que te pido y no me lo hacés?".
Por otra parte, un nuevo análisis efectuado con muestras de la mano derecha de Nisman resultó negativo. Es decir, los peritos no encontraron rastros de pólvora en la mano del fiscal. Esta prueba, conocida como barrido electrónico es concluyente cuando arroja un resultado positivo. Pero cuando es negativo no implica necesariamente que la mano en la que no se encontró pólvora no hubiese disparado el gatillo de la pistola. A veces, en armas de pequeño calibre y con casquillos ya viejos, con el disparo no se desprenden las partículas de metal habituales. Esa circunstancia es posible aunque no es la habitual.
La primera prueba de barrido electrónico se efectuó en Buenos Aires, pocos horas después de la muerte de Nisman. Y la segunda se realizó este martes en la provincia de Salta con los equipos más modernos del país.
Un nuevo análisis para detectar rastros de pólvora en la mano del fiscal dio negativo
La investigación sobre la muerte de Nisman avanza a medida que se conocen los resultados de las distintas pericias encargadas por la jueza y la fiscal Viviana Fein. El lunes se supo, por ejemplo, que Nisman llamó varias veces al exagente secreto Antonio Stiuso un día antes de morir. Stiuso ha sido durante más de tres décadas uno de los principales mandos de la Secretaría de Inteligencia, dependiente de la Casa Rosada, hasta que la presidenta, Cristina Fernández, ordenó jubilarlo el pasado diciembre.
El agente pasó a retiro con 61 años, cuatro antes de la edad que marca la ley en Argentina. Cristina Fernández apuntó hacia él como muñidor de una operación donde a través de la denuncia de Nisman --que acusó a la presidenta de encubrir a terroristas iraníes responsables del atentado contra una mutualidad judía en 1994-- y su posterior muerte se pretendería desgastar a su Gobierno. La fiscal Fein lo citó para declarar en calidad de testigo la semana pasada. En ese momento no fue posible tomarle declaración, pero es probable que la cita de Stiuso con la fiscal se celebre esta semana.
Por otra parte, las últimas pruebas periciales dadas a conocer el lunes, revelan que el orificio y la trayectoria de la bala resultan “compatibles” con una “lesión autoinfligida”. Es decir, que Nisman pudo haberse suicidado. La munición entró unos tres centímetros por encima de la oreja, una distancia no habitual entre los suicidas, pero tampoco improbable.
Los forenses que practicaron la autopsia no hallaron en su cuerpo signos de pelea. También advirtieron que el disparo se efectuó a una distancia no mayor a un centímetro de la cabeza. Con lo cual, concluyeron que no se infiere “participación de terceras personas”. No obstante, la jueza y la fiscal siguen investigando también la hipótesis del asesinato y la del suicidio bajo posible amenaza. Más de un 70% de los argentinos creen que Nisman fue asesinado, según se desprende de varias encuestas difundidas una semana después de su muerte.
Para la próxima semana se esperan los resultados de varias pruebas periciales que pueden aportar más luz sobre un caso que ha conmocionado los estamentos políticos y jurídicos del país.
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