_
_
_
_
_

El Gobierno portugués envía los nuevos recortes al Parlamento

Mário Soares convoca a toda la izquierda portuguesa para exigir al Gobierno conservador de Passos Coelho que cambie de receta económica

Antonio Jiménez Barca
Un grupo de manifestantes sujeta una pancarta en la que se lee "¡Gobierno de la troika, a la calle!" en Lisboa.
Un grupo de manifestantes sujeta una pancarta en la que se lee "¡Gobierno de la troika, a la calle!" en Lisboa. FRANCISCO LEONG (AFP)

Mário Soares, el viejo, carismático e histórico líder socialista portugués, a sus inquietos 89 años, organizó ayer por la noche un encuentro político en el aula magna de la Universidad de Lisboa contra la austeridad y no sólo llenó a reventar el anfiteatro sino que supo convocar a toda la izquierda portuguesa -por lo general dividida- para exigir al Gobierno conservador de Passos Coelho que cambie de receta económica.

Pero el Gobierno no está dispuesto a modificar el rumbo. Hoy mismo ha enviado al Parlamento, para su discusión en las próximas semanas, el nuevo presupuesto de 2013, después de que el Tribunal Constitucional, el cinco de abril, convirtiera en papel mojado el antiguo presupuesto tras vetar la retirada de pagas extras a funcionarios y pensionistas. El nuevo documento devuelve, en efecto, esas pagas extras, pero incluye nuevos recortes que afectarán, sobre todo, a funcionarios: será más fácil despedirlos, trabajarán más y sufrirán rebajas en sus sueldos debido a la desaparición de suplementos o complementos. Es decir: en contra de lo que pedía Soares, Passos Coelho no afloja un ápice.

Al acto del ex presidente de la República y ex primer ministro no sólo acudieron representantes de todos los partidos de izquierda en el Parlamento (Partido Socialista portugués, Partido Comunista Portugués y Bloque de Izquierda). Además, entre el público, entre otros, había sindicalistas, militares que se levantaron el 25 de abril y miembros de los últimos y modernos movimientos sociales lusos, como Que se lixe a troika. Precisamente, el título de la convocatoria era “dos años de troika: libertad a Portugal de la austeridad”.

Y él mismo, Mário Soares, se encargó de abrir el acto con un eléctrico discurso que fue recibido por un público enfervorizado que le aplaudió, en pie, varias veces. Soares, que escribe con regularidad de metrónomo en varias publicaciones portugueses y mantiene una agenda política digna de un candidato a primarias, recordó la historia vieja de Portugal, y luego, refiriéndose al actual Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho, añadió: “No podemos dejar que todo esto sea fanáticamente destruido, que el país sea desguazado y vendido al mejor postor. Esta austeridad nos lleva al abismo, nos empuja a él. ¿Y todo para qué? Para enriquecer a los mercados”. Soares prosiguió: “Este Gobierno debe irse. Y el Presidente de la República [Aníbal Cavaco Silva, del PSD, el mismo partido de Passos Coelho] no puede escudarse en sostenerlo asegurando que es legítimo. No lo es, porque la calle está protestando contra sus decisiones cada día”. Y al final, con todo el auditorio de nuevo en pie gritó: “Contra el miedo y por patriotismo”.

Pocas horas antes, Passos Coelho había asegurado que él no tiene nada en contra de los funcionarios, pero que el país no puede aguantar este nivel de gasto de función pública. “Hemos intentado arbitrar medidas alternativas a los despidos, pero se nos han anulado invariablemente”, refiriéndose a la sentencia del Tribunal Constitucional. Y a la acusación de falta de legitimidad de Soares respondió hoy: “Este Gobierno ganó unas elecciones hace dos años. Y los problemas no se solucionan convocando elecciones. Este Gobierno está sentando las bases de una riqueza futura. Y una cosa es lo que se dice en el espacio público y otra el sentimiento genuino de los portugueses”.

Mientras, la tasa de desempleo sube. Ya se encuentra en un 17,8%. La economía, según las previsiones del nuevo presupuesto, reculará un 2,3%, con lo que el número de parados, que ya roza el millón, subirá.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El acto organizado por Soares se cerró con la intervención del rector de la Universidad de Lisboa, António Sampaio de Nóvoa. Crítico con el Gobierno y con las políticas de austeridad, arrancó de nuevo una escalofriante salva de aplausos y volvió (como Soares) a poner al auditorio en pie con una encendida defensa del Estado social y de la esperanza en un futuro sin troika: “Da la impresión de que todo se ha dicho y de que nos damos de cabezazos contra un muro que no nos oye, que repite siempre eso de que no hay alternativa. Sí que la hay. Y no es la austeridad. Tenemos más posibilidades que nunca. No podemos perder el país, ni por el silencio ni la renuncia”.

Algo se remueve de nuevo en Portugal. Una nueva oleada de protestas se avecina: mañana sábado hay organizada una protesta del grupo Que se lixe a troika. Será la tercera en menos de un año. Y las dos anteriores fueron masivas e impactantes, con cientos de miles de personas en la calle. Y los dos principales sindicatos portugueses, la CGTP y la UGT, por lo general de espaldas uno contra otro, participarán juntos en una huelga general que será convocada a finales de junio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_