Las tropas francomalienses recuperan el control de la histórica Tombuctú
La aviación francesa ha bombardeado Kidal, la primera ciudad conquistada por los tuaregs Los rebeldes islamistas han incendiado un edificio que albergaba manuscritos antiguos
Un millar de soldados franceses y unos doscientos malienses han recuperado este lunes el control de la histórica ciudad de Tombuctú, diez meses después de que fuera ocupada por el grupo yihadista Ansar Dine y la rama magrebí de Al Qaeda. Las tropas francomalienses no han encontrado resistencia, ya que los yihadistas habían huido días atrás, no sin antes haber quemado algunos edificios. El alcalde de Tombuctú, Ousmane Halle, asegura que entre ellos se encuentra una de las dos sedes del Instituto Ahmed Baba, que alberga más de 60.000 manuscritos de enorme valor histórico y cultural.
La entrada en Tombuctú se ha producido “sin disparar un solo tiro”, según fuentes militares francesas. El contingente franco-maliense había remontado este fin de semana desde el sur pasando por Diabali y Léré, y el domingo por la noche alcanzó el aeropuerto. Previamente, unos 200 paracaidistas franceses habían tomado control de sus instalaciones, situadas a unos seis kilómetros de la ciudad. Esto permitió establecer una línea aérea de reavituallamiento y refuerzos para consolidar la operación. Tras rodear la localidad, los soldados han comenzado a entrar este lunes de manera progresiva.
Al igual que en otras ciudades recuperadas durante la Operación Serval, los vecinos han salido a la calle para recibir entre vítores a las tropas y celebrar así el fin de diez meses de ocupación por parte de los yihadistas. Sin embargo, pese a que la mayor parte de los radicales han huido al norte, se están tomando todas las precauciones ante la posibilidad de que puedan existir combatientes escondidos entre la población o alguna pequeña célula que pueda llevar a cabo atentados.
Antes de huir, hace cinco días, los radicales incendiaron el Instituto de Altos Estudios e Investigaciones Islámicas Ahmed Baba, construido con financiación sudafricana para la digitalización de los 30.000 manuscritos históricos que conserva esta institución, algunos datados del siglo XIII, y que son una de las joyas de esta ciudad, centro para la propagación del islam en África en los siglos XV y XVI.
Tombuctú, conocida como la ciudad de los 333 santos y catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ha sufrido de manera especial desde su caída, en abril de 2012, en manos de los islamistas, que han destruido una decena de mausoleos así como la Puerta del Fin del Mundo de la mezquita de Sidi Yahya.
Mientras tanto, Gao, durante casi un año feudo del grupo terrorista Muyao, ya está bajo completo control de las tropas francomalienses, que llegaron el sábado. “Están por todas partes”, asegura un vecino por teléfono, que explica también que “los soldados están buscando a los yihadistas puerta por puerta. De vez en cuando se escuchan disparos”. Otro residente en Gao explica: “Muchos jóvenes que fueron reprimidos todo este tiempo están yendo a buscar a quienes han colaborado con Muyao para matarlos”. Esta ciudad fue uno de los principales escenarios de amputaciones a supuestos ladrones, castigos corporales y represión llevados a cabo por los yihadistas desde junio.
Las tropas malienses y francesas, con el apoyo de soldados nigerinos y chadianos, están asegurando también los pueblos de los alrededores de Gao a la búsqueda de radicales que puedan estar escondidos. Otras ciudades de la región, como Ménaka, han sido también ocupadas por los militares malienses. Abdoulaye Yunusa, vecino de Gao, asegura que la situación en la ciudad es de penuria. “La carretera lleva más de dos semanas cerrada y no hay nada, no hay dinero, falta arroz y comida, los comerciantes árabes y tuareg se han ido. Espero que todo esto acabe pronto”.
Más al norte, en la región de Kidal, se han producido intensos bombardeos en los últimos días. Diferentes testimonios aseguran que cientos de yihadistas se han replegado en una zona montañosa al norte de esta región, cerca de la frontera con Argelia.
El presidente francés, François Hollande, ha asegurado que “Francia y sus socios africanos están ganando esta batalla” y que ahora corresponde a los africanos la tarea de restablecer la integridad territorial de Malí. “Francia no tiene la vocación de quedarse”, ha añadido.
Una conferencia de donantes definirá este martes en Adis Abeba (Etiopía) la financiación del despliegue de las tropas africanas integradas en la Misión Internacional de Ayuda a Malí (Misma). Son 6.000 soldados, de los que ya hay cientos sobre el terreno procedentes de Chad, Nigeria, Níger, Burkina Faso, Senegal, Guinea, Togo y Benín.
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