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ESCALADA DE TENSIÓN EN ORIENTE PRÓXIMO

La tierra en disputa se ensangrienta

La muerte a tiros de un palestino en la zona de exclusión impuesta por Israel en campos de cultivo de Gaza amenaza el precario alto el fuego

Naiara Galarraga Gortázar
Un grupo de palestinos hacen gestos de victoria junto a una alambrada de la frontera entre el sur de Gaza e Israel.
Un grupo de palestinos hacen gestos de victoria junto a una alambrada de la frontera entre el sur de Gaza e Israel.IBRAHEEM ABU MUSTAFA (REUTERS)

El asunto de las tierras de cultivo pegadas a la frontera, que no quedó atado en el acuerdo que el miércoles por la noche restauró la calma en Gaza e Israel, desencadenó el primer incidente que sacude el alto el fuego. Anuar Qodeh, de 21 años, recibió un tiro desde el lado israelí que lo mató al acercarse hasta la verja fronteriza en Jan Yunis, al sur de la franja. Los hermanos Mohamed y Ahmed abu Reida explicaban un par de horas después en el salón de su casa que Qodeh, como ellos, había ido a ver su parcela. Según el Ejército israelí, intentaron romper la valla. Varios palestinos más resultaron heridos de bala.

Las autoridades de Hamás inmediatamente denunciaron la "violación de la tregua" a Egipto, garante del acuerdo, mientras el ministro de Exteriores palestino, Riad al Malki, censuraba el ataque y declaraba que no debía repetir. Los mediadores se pusieron en marcha, pidieron a ambas partes que hicieran un esfuerzo y, por la tarde, policías de Hamás patrullaron la frontera para impedir que los agricultores se volvieran a acercar, según informó Reuters.

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Tras la guerra de Israel contra Gaza en 2008-2009, con entrada de tropas por tierra, Israel decretó que una franja de 300 metros a lo largo de la frontera, del lado gazatí, quedaba vetada a los palestinos. Sería una "zona de seguridad". En Gaza, un lugar minúsculo superpoblado, perder un trozo de tierra es un problema grave. Y una ofensa. Este territorio palestino es un rectángulo costero estrecho, de 45 kilómetros de largo y poco más de 10 kilómetros en la parte más ancha.

"Íbamos a ver nuestras tierras porque según el acuerdo de la tregua ahora sí podemos usarlas", explicó después Ahmed, el hermano mayor, en el salón de su casa. Los Abu Reida explicaron que decidieron acercarse a sus tierras tras oír a políticos y analistas en televisión que ya podían volver a utilizarlas según una de las clausulas del acuerdo. Pero "los ataques a los residentes de las zonas fronterizas" era uno de los asuntos Hamás e Israel quedaron pendientes de abordar en unas negociaciones a retomar 24 horas después de dejar de dispararse. El asunto, por tanto, sigue pendiente.

Jamás uniformados del Gobierno islamista habían patrullado tan cerca de Israel como la tarde del viernes. "Sí, hay instrucciones de implementar el acuerdo y proteger a la gente. Las instrucciones son no permitir a la gente llegar hasta la verja fronteriza", según confirmó una fuente de seguridad palestina a Reuters.

Los hermanos Abu Reida y sus vecinos visitaron las tierras que, en su caso, no han podido cultivar en 12 años, desde la segunda intifada. Después explicaban que algunos vecinos se acercaron hasta la verja metálica y que los soldados israelíes "han disparado primero al suelo" para ahuyentarles y "después han llegado más en jeeps y un tanque. Y entonces han disparado hacia delante". Según contó un pariente del fallecido a Reuters, le dispararon después de gritar a los soldados, "Jabari (el jefe militar de Hamás asesinado el 14) está a vuestra espalda". La portavoz del Ejército israelí, Avital Leibovich lo tuiteó: "Ahora mismo, en el lado de Gaza de la frontera, docenas de palestinos están tirando piedras en un intento de romper la verja".

La agricultura -antes del bloqueo exportaban fruta y flores a Israel- y la pesca son dos capítulos importantes de la depauperada economía de la franja. La familia de los Abu Reida, médico el mayor y funcionario el menor, cultivó verduras y trigo en sus terrenos con normalidad hasta 2000. "Hablábamos con ellos (los agricultores israelíes del kibutz de enfrente), intercambiábamos productos", aseguraba Ahmed, que era entonces un chaval. Los hermanos, que huyeron de esta casa con sus familias en esta última ofensiva, poseen 70 dunams (70.000 metros cuadrados). La zona está salpicada de pequeños núcleos de casas de dos pisos o tres rodeadas de cultivos.

Durante los últimos meses se han incrementado los incidentes fronterizos. A principios de mes milicianos atacaron a una patrulla militar israelí con un cohete antitanque. Varios soldados resultaron heridos. Horas después, la artillería mataba a cuatro palestinos.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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