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Pekín nombra nuevo alcalde entre críticas por la respuesta a las inundaciones

La dimisión de Guo Jinlong estaba prevista como paso previo a su probable entrada en el Politburó del Partido Comunista Chino en otoño

Un conductor observa la carretera inundada por las lluvias torrenciales en Pekín, el 21 de julio de 2012.
Un conductor observa la carretera inundada por las lluvias torrenciales en Pekín, el 21 de julio de 2012.FANJIASHAN (EFE)

Guo Jinlong, de 64 años, alcalde de Pekín, ha dimitido del cargo, según informó el miércoles la prensa oficial china. La decisión forma parte del relevo planificado de algunos altos dirigentes de cara al congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) en otoño. Guo fue nombrado a principios de julio secretario del partido en Pekín y ha sido sustituido ahora en la alcaldía, según se esperaba, por Wang Anshun, de 54 años, que era subsecretario del PCCh en la capital. Guo Jinlong se encamina así hacia su potencial designación como miembro del Politburó del PCCh que saldrá del congreso. El órgano de decisión tiene en la actualidad 24 miembros, y entre sus integrantes está tradicionalmente el secretario del partido en la capital.

La salida de Guo no parece estar relacionada con el gran descontento popular que ha generado la respuesta del Gobierno de Pekín a las fuertes lluvias que, al barrer la capital y sus municipios el sábado pasado, causaron la muerte a 77 personas.

Muchos habitantes de la ciudad se han quejado en los microblogs de que algunas de las muertes que se produjeron durante la tormenta podrían haberse evitado si las autoridades hubieran avisado adecuadamente y se hubiera invertido más en modernizar el viejo sistema de alcantarillado, que en muchas zonas fue incapaz de absorber el agua caída.

Las precipitaciones —las mayores que ha sufrido Pekín en los últimos 60 años— provocaron el caos, arrastraron vehículos, inundaron pasos subterráneos y viviendas, y arrasaron calles en algunos pueblos de las zonas montañosas de la municipalidad.

El alto número de víctimas coloca en una situación embarazosa a los líderes chinos, que invirtieron miles de millones de euros en edificios y estadios rutilantes de cara a los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 para ofrecer la imagen de una ciudad moderna al mundo, pero descuidaron el menos glamuroso alcantarillado.

Los internautas han acusado también al Gobierno de ocultar el número real de muertos en la tormenta
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Los internautas han acusado también al Gobierno de ocultar el número real de muertos en la tormenta, algo que suele ocurrir cada vez que ocurre una tragedia por la poca confianza que tiene mucha gente en los dirigentes. Y han ridiculizado al ayuntamiento por crear un fondo de ayuda de emergencia y pedir a los ciudadanos que contribuyan a pagar los daños del desastre.

Algunos medios oficiales han criticado de forma ligera lo ocurrido. El periódico Global Times —ligado al Diario del Pueblo, órgano oficial del PCCh— ha asegurado que el número de fallecidos ha revelado la vulnerabilidad de las infraestructuras de desagüe de Pekín, mientras que el China Daily ha afirmado que el sistema de evacuación de lluvias “deja mucho que desear” y debe ser mejorado.

La mayoría de los periódicos, sin embargo, se han mantenido al margen de la crítica y se han centrado en reportajes positivos y humanos. El departamento de propaganda del partido en Pekín dio instrucciones el lunes pasado a los medios de comunicación de que resaltaran “las historias heroicas y emotivas (…) merecedoras de elogios y lágrimas” ocurridas durante las inundaciones. Miles de mensajes críticos han sido censurados y borrados en los microblogs.

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