Hollande alerta de que los recortes llevan al populismo
El candidato socialista pide un giro en Europa para evitar la división norte-sur
Cada vez más sólido y seguro de su victoria, con un estilo transparente, muy presidencial e irónico, François Hollande se ha sometido hoy durante hora y media a las preguntas de casi 200 periodistas internacionales en París, y ha subrayado que su victoria "será también la de una nueva Europa". El candidato socialista ha hecho profesión de fe europeísta, y ha afirmado que los franceses lo son también en su mayoría "pero esperan que Europa respete su promesa de progreso, igualdad y protección". En nombre de esa promesa, ha afirmado una vez más, "renegociaré el tratado europeo negociado por el candidato saliente", Nicolas Sarkozy. Hollande espera tener una negociación firme y amistosa con Merkel.
Hollande ha explicado que la recesión produce desconfianza y miedo, y que cada vez está más claro que solo con la disciplina fiscal Europa no crecerá ni creará empleo. "Si seguimos por ese camino, aumentará la desconfianza entre el norte y el sur. ¿Queremos dejar a nuestros hijos una Europa dividida?".
El candidato favorito ha reiterado que si es elegido presidente el 6 de mayo, París "no ratificará el pacto fiscal" si este no se completa "con un pacto de crecimiento", y ha celebrado que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, haya secundado hoy su propuesta de completar el pacto fiscal, "e incluso de volver atrás y hacer una prioridad de la educación, la investigación y la cultura".
"Algunos jefes de Gobierno conservadores europeos están tomando conciencia de que si Europa no retoma la senda del crecimiento y la justicia social, los populismos se llevarán el gato al agua", ha advertido Hollande. "Todos sabemos que existe ese riesgo".
El control de la deuda y el déficit "es indispensable", ha añadido, pero "Francia no podrá reencontrar su papel en la globalización ni influir en la Unión Europea sin invertir en el crecimiento y el empleo".
Hollande ha recordado que al día siguiente de ser elegido mandará una carta a todos los jefes de Gobierno europeos, basada en cuatro puntos: creación de eurobonos para financiar proyectos industriales e infraestructuras, liberar nuevos fondos del Banco Europeo de Inversiones, crear una tasa sobre las transacciones financieras con los Estados que lo decidan, y utilizar todos los fondos estructurales europeos que hoy no se utilizan.
"El principal riesgo para la economía europea es la recesión", ha añadido, y repasando los últimos meses, ha recordado que propuso su idea de añadir el crecimiento al pacto fiscal durante una visita a los socialdemócratas alemanes en diciembre pasado: "Las ideas caminan, y hoy muchos jefes de Gobierno esperan el resultado de las elecciones francesas para abrir las negociaciones".
El favorito a la victoria ha analizado además el voto del domingo y ha explicado que el ascenso del voto del Frente Nacional se debe a "numerosas causas", y ha citado entre otras "la crisis, social, moral e industrial", "la desconfianza hacia Europa", "el miedo a la globalización, al desempleo, a perder los servicios públicos de Europa y del Estado", "un sentimiento de lejanía de la política", y en última instancia, "las promesas no mantenidas por Nicolas Sarkozy".
"La responsabilidad del candidato saliente es grande. Cada uno debe sacar las lecciones necesarias para entender lo que perturba a nuestro país, lo que le inquieta, le desmoviliza y le desanima. Eso es lo que deberá arreglar el próximo presidente".
El candidato se siente ya jefe del Estado. Después de criticar "el fracaso" de Sarkozy en el primer turno, ha atacado su reciente deriva populista, diciendo que solo propone a los franceses "brutalidad, división, ultranza". "Vemos la carrera del candidato saliente por hacerse con las tesis, las palabras y las frases (de Marine Le Pen). Lamento esa actitud. No se si será recompensada, pero si lo es el precio será caro".
Preguntado sobre la inquietud de los mercados acerca de una posible victoria de la izquierda el 6 de mayo, ha ironizado: "Los mercados están siendo, en algunos países como Italia o e España, rudos. Pero no tengo informaciones de que estén poniendo a Francia en peligro, aunque la alternancia se anuncia. Esto quiere decir que, también en este terreno, la credibilidad es muy importante".
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