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Arabia Saudí se suma a las voces que exigen a Siria una rápida retirada militar de Líbano

Alemania y Rusia reclaman también la salida del país de las tropas y de los servicios de inteligencia sirios

El presidente sirio, Bachar el Asad, ha realizado hoy una breve visita a Riad para tratar con las autoridades saudíes sobre la crisis libanesa y la presión internacional ejercida sobre Siria para que retire sus tropas de Líbano. En lugar de encontrar un aliado, Asad ha recibido de Arabia Saudí la exigencia de una retirada militar de forma rápida y completa o de lo contrario se enfrentará a un deterioro de las relaciones sirio-saudíes. Además de Arabia Saudí, Rusia y Alemania se han sumado hoy a Francia y Estados Unidos, que el pasado martes exigieron a Siria el cumplimiento de la resolución 1.559 del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada en septiembre pasado, es decir, la plena e inmediata salida de todas las fuerzas militares y de inteligencia sirias de Líbano.

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Según informa la agencia saudí de noticias SPA, El Asad se ha entrevistado con el príncipe heredero y gobernador de facto del reino wahabí, Abdalá bin Abdelaziz, y otros miembros del Gobierno en Riad. Un representante gubernamental, que ha pedido mantenerse en el anonimato, ha explicado que altos cargos saudíes trasladaron a El Asad que el reino insiste en la completa retirada de todas las fuerzas militares y de inteligencia sirias de Líbano y quiere que ésta se inicie "lo antes posible". Por su parte, el presidente sirio sólo ha prometido estudiar un repliegue parcial a finales de este mes. La misma fuente ha indicado que El Asad aseguró que hace todo lo que puede para solucionar la crisis pero que no todo está en su mano.

Pero los saudíes le advirtieron de que si Damasco se niega a cumplir la exigencia, generaría tensiones en los vínculos sirio-saudíes. Éste es el segundo acercamiento que hace Siria a Arabia Saudí desde el asesinato, el 14 de febrero, del ex primer ministro de Líbano Rafic Hariri, del que la oposición libanesa responsabiliza a Damasco. Tras la muerte de Hariri, la oposición libanesa rompió con años de silencio, comenzó a exigir la salida de las tropas y logró la renuncia del Gobierno prosirio libanés de Omar Karame. A consecuencia de las presiones, Siria anunció la semana pasada su intención de replegarse y está tratando ahora de forjar alianzas con sus vecinos árabes para reducir la presión de EE UU y romper su aislamiento tras más de cuatro décadas de encarnar la línea dura de los países árabes.

Siria exige garantías de seguridad

Según fuentes diplomáticas, Siria intenta conseguir garantías de que una retirada de sus tropas de Líbano no afectará negativamente su propia seguridad nacional, por lo que intenta abrir canales de contacto con EEUU a través de Egipto y Arabia Saudí. Entretanto, otros gobiernos árabes han iniciado una intensa actividad diplomática para consensuar una solución honrosa a la crisis. Así, la diplomacia árabe intenta encontrar "puntos de coincidencia" entre el acuerdo de Taif, que puso fin a la guerra civil libanesa (1975-90), y la resolución 1.559. El texto, promovido por EE UU y Francia, exige que Siria retire sus 14.000 soldados y que deje de interferir en los asuntos de ese país, mientras que el pacto de Taif -alcanzado en 1989- estipula una retirada por etapas. La última propuesta siria consiste en mantener 3.000 soldados y estaciones de alerta temprana, algo que los líderes árabes consideran imposible.

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El problema ha centrado la reunión que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha mantenido hoy con el ministro saudí de Exteriores, Saud al Faisal. También ha ocupado un importante lugar en las consultas bilaterales al margen de la sesión extraordinaria celebrada hoy en El Cairo por el Consejo Ministerial de la Liga Arabe, pese a la ausencia de los jefes de las diplomacias de Siria y Líbano. Fuentes diplomáticas del organismo panárabe han apuntado que se pretende hallar una fórmula que permita a las tropas sirias abandonar "de forma honorable" el territorio libanés, al que llegaron en 1976 bajo mandato de la propia Liga Arabe.

Sin embargo, la presión aumenta día a día. Hoy, Rusia, uno de los ás fuertes partidarios de Siria, ha asegurado que apoya "con cautela" las peticiones para que este país retire sus tropas, según ha informado la BBC. El ministro ruso de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha señalado a la cadena que la retirada de las tropas sirias es compleja y no debe romper "el frágil equilibrio" étnico y religioso de Líbano. En este mismo sentido se ha pronunciado el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que ha advertido de que la retirada debe hacerse con mucha cautela para evitar una desestabilización del país. También el canciller alemán, Gerhard Schröder, ha hecho hoy un llamamiento a la retirada durante un viaje a Yemen. Tras reunirse con el presidente yemení, Ali Abdulá Saleh, el canciller alemán ha afirmado que ambos están de acuerdo en que Líbano debe ejercer su soberanía y que, por lo tanto, las tropas sirias deben abandonar el país.

Unos 200 universitarios libaneses realizan una sentada para protestar contra la resolución 1.559 de Naciones Unidas.
Unos 200 universitarios libaneses realizan una sentada para protestar contra la resolución 1.559 de Naciones Unidas.EFE

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