El grupo paramilitar colombiano AUC comienza a entregar las armas
El primer acto de "desmovilización" de la organización armada refuerza el proceso de paz abierto entre el presidente Uribe y los paramilitares
Los integrantes del Bloque Cacique Nutibara (BCN) del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) han entregado hoy en Medellín sus armas y sus uniformes. Con este acto de abandono de la lucha armada por parte de 855 activistas ha comenzado la desarticulación de una de las principales organizaciones paramilitares de derechas.
Los miembros del BCN, que operaban en la capital del departamento de Antioquía, tendrán tres semanas de rehabilitación. Esta "desmovilización" es el primer resultado del proceso de paz emprendido entre el Gobierno del presidente Alvaro Uribe y las AUC, que en diciembre pasado anunciaron una tregua unilateral para facilitar el diálogo y en julio elaboraron un calendario que prevé la total desarticulación de sus escuadrones a finales de 2005.
Los "muchachos", como se conocen los combatientes de derecha en los conflictivos barrios pobres de Medellín, se han entregado en una ceremonia celebrada en el Palacio de Exposiciones de la ciudad, donde se han despojado de sus uniformes de camuflaje y han abandonado sus fusiles, ametralladoras, rifles y pistolas.
Las AUC surgieron hace 22 años con el objetivo de combatir a las guerrillas izquierdistas, tienen 13.000 miembros y figuran en las listas de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea. En las dos últimas décadas, han protagonizado varias matanzas de campesinos y han cometido un gran número de asesinatos selectivos de activistas de izquierda. Entre sus métodos de financiación se encuentra el narcotráfico.
Un centro para aprender a vivir en sociedad
Los 855 miembros del Bloque Cacique Nutibara que han entregado sus armas tendrán que adaptarse a la vida civil en un centro de concentración. A lo largo de 21 días, los ex paramilitares aprenderán a convivir en sociedad siguiendo un rígido manual que prohíbe el alcohol y las armas, algo que para ellos era hasta ahora habitual. Lo que sí podrán hacer es fumar.
El horario, fijado por el antiguo oficial de la Armada que dirige el centro, les obligará a levantarse entre las 6.00 y las 8.00 para hacer gimnasia y pasar por la ducha. Entre el desayuno, la comida y la cena, el tiempo estará destinado al deporte y a la participación en distintos talleres destinados a preparar a los paramilitares para la vida civil. No habrá ni un minuto de tiempo libre. Durante su estancia en el centro de concentración, los ex miembros del BCN dispondrán de dos mudas de ropa, un neceser con todo lo necesario para el aseo personal y una toalla.
