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Una victoria sin celebraciones

La victoria conseguida por el presidente reformista Jatamí, se ha visto ensombrecida, a los ojos de los jóvenes que le han otorgado la gran mayoría de los votos, por la prohibición de celebrar su alegría y de manifestarse. Una masiva presencia policial en las calles habitualmente más concurridas del norte de Teherán ha desanimado la noche del sábado a muchos jóvenes que querían celebrar la reelección de Mohamed Jatamí como su presidente.

Los agentes, tanto de la Policía local, con uniforme verde, como de las unidades especiales antidisturbios, de azul, mantenían un cordón a cada lado de la Avenida Valiasr, la principal de la ciudad, en el tramo que bordea el Parque Mellat, lugar habitual de concentración de muchos jóvenes.

La calle se encontraba cortada en uno de sus sentidos y los semáforos habían sido bloqueados por los policías para agilizar la circulación e impedir que los vehículos pararan y formaran caravanas.

Algunos coches repletos de jóvenes, con las ventanillas forradas con retratos de Jatamí, recorrían la avenida y, en ocasiones, hacían sonar las bocinas y coreaban consignas en favor del presidente, pero eran apremiados por los agentes para que circularan más deprisa.

Varias muchachas que ocupaban un turismo con fotos de Jatamí en la parte trasera y en los lados, mientras se dirigían de la Avenida Valiasr a la calle Jordan, han manifestado a EFE su decepción por no poder manifestar su júbilo por el triunfo del líder reformista, al que apoyan, sobre todo, los jóvenes y las mujeres.

"Esperábamos que hubiera una gran manifestación para mostrar, también en la calle, nuestra felicidad por la gran victoria de Jatamí", ha dicho con tristeza una de las muchachas.

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La calle Jordán, una arteria comercial del norte de Teherán donde muchas tiendas suelen abrir hasta la madrugada los días como hoy, víspera de fiesta en Irán, que mañana celebra el aniversario del profeta Mahoma, estaba medio vacía y se echaba de menos a los miles de jóvenes que suelen acudir por la noche.

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