Muere un niño en el intento de llegar en patera a Canarias

Un niño de unos seis años ha muerto la noche de este domingo en su intento de llegar en patera a Canarias, según han confirmado fuentes de Cruz Roja. El crío viajaba con su madre y una hermana y otras 49 personas que fueron rescatadas in extremis tras casi dos semanas en el mar. Tras ser localizados, a unas 100 millas náuticas (185 kilómetros) al sur de Gran Canaria, un helicóptero tuvo que acudir para evacuar a ocho personas, entre ellas el pequeño, dos bebés y otros tres niños, según el 112. Otros cinco menores permanecen hospitalizados con cuadros de deshidratación, entre ellos una niña de entre ocho y 10 meses que está en la UVI, según fuentes sanitarias.

La imagen de su llegada a puerto, sobre las 23.30 de la noche, fue poco habitual. Por unos minutos pareció que el barco de Salvamento Marítimo estaba vacío. Todos venían tumbados, cubiertos por mantas rojas e inmóviles, sin apenas fuerzas para levantarse. No había sonrisas, ni gestos de celebración por haberse salvado. La veintena de personas —entre agentes, periodistas, enfermeros y voluntarios— que estaba en el muelle se mantuvo casi una hora en silencio.

El rescate dejó tocado a uno de los tripulantes de la Guardamar, que intentó durante casi tres cuartos de hora reanimar al pequeño fallecido. Concluido el desembarco fumaba un cigarro con caladas largas y la cabeza gacha. “Esta es de las que no quieres que te toque”, contó a EL PAÍS. “He recogido muchas pateras y aquí vas perdiendo el sentimiento, te vuelves de hierro, pero cuando entregaba al niño se me han caído dos lágrimas. Era la primera vez que me pasaba”, aseguró el tripulante que lleva dos años rescatando en la ruta canaria. “Era un niñín, he intentado reanimarle, pero cuando se lo llevaban ha entrado en parada”, lamentó. Según el 112, el pequeño sufría un cuadro importante de deshidratación e hipotermia. Su madre, que llegó a puerto con el resto del grupo, estaba tan desorientada que no era consciente de lo que estaba ocurriendo.

Entre los desembarcados había 22 mujeres, una niña y 21 hombres. Muchos parecían conmocionados. Ninguno pudo salir del barco por su propio pie. Cada uno de ellos necesitó la ayuda de un tripulante y dos trabajadores de Cruz Roja para poder atravesar la pasarela y tocar tierra. Los náufragos se abrazaban a ellos para erguirse y avanzar prácticamente en volandas. A la debilidad, la deshidratación y los cuerpos entumecidos se sumaban las heridas que produce la mezcla de gasoil con agua salada.“Ella está quemadita entera”, alertaba uno de los rescatadores tras levantar a una mujer en camilla. Esta mujer, que gritaba de dolor, y la niña, que no parecía superar los 12 años, tuvieron que ser llevadas al hospital.

Los rescatados fueron trasladados al campamento policial de Barranco Seco, donde como mínimo permanecerán 72 horas bajo custodia. Una pulsera amarilla advierte de la necesidad de atención médica y está previsto que un equipo médico les visite a primera hora del lunes.

Las llegadas a las islas Canarias se mantienen constantes y hace meses que duplican los registros del año pasado, cuando el archipiélago vivió un repunte que no se veía desde la llamada crisis de los cayucos de 2005. En lo que va de año han desembarcado en las islas más de 15.000 personas y, según los cálculos más conservadores de la Organización Internacional para las Migraciones, se contabilizan ya casi 800 muertos y desaparecidos.

El pasado 14 de octubre, un bebé nacido a bordo de una patera en un parto gemelar murió en la travesía hacia las islas. La madre, que había dado a luz cuatro horas antes de ser rescatada, y el bebé superviviente fueron trasladados a un hospital de Gran Canaria.