Dolce&Gabbana lanzan una campaña contra quienes les critican por vestir a Melania Trump
Los diseñadores crean unas camisetas para pedir el boicot a los detractores de la firma por su complicidad con la primera dama
Dolce&Gabbana, la marca italiana de ropa de lujo, ha lanzado una campaña dirigida a las personas que no están de acuerdo con su decisión de vestir a la primera de Estados Unidos Melania Trump. Para ello, entre otras cosas, han lanzado unas camisetas blancas con el nombre de la firma junto con a la etiqueta "#Boycott" grande y un corazón con la frase de "se venden por menos de 245 euros".
Stefano Gabbana, que no ha evitado dirigirse a sus críticos, publicó un vídeo en su página de Instagram el lunes, junto al que escribió: "Todos los amantes y todos los #HATERS Reliving #boycottdolcegabbana".
El debate comenzó después de que la Casa Blanca publicara el primer retrato oficial de Melania con una chaqueta negra Dolce&Gabbana y su anillo de compromiso de diamantes de 15 quilates. Gabbana luego publicó su foto en su Instagram, escribiendo, "#DGWomanBEAUTIFUL ❤❤❤❤❤ #melaniatrump Gracias 🇺🇸❤❤❤ # madeinitaly🇮🇹" (It is Italian.)
La primera dama para ser recibida por el papa Francisco en el Vaticano se puso un vestido de encaje negro de Dolce&Gabbana con mangas largas y una falda por debajo de sus rodillas, que complementaba con un velo negro para cubrirse la cabeza. Aunque muchos diseñadores han jurado no vestir a la primera dama debido a las opiniones políticas de su marido, Gabbana, la mitad del dúo de diseñarores que están detrás de la marca de ropa italiana de lujo, se jactó del conjunto en Instagram compartiendo fotos de Melania usando los diseños de la firma. "GRACIAS", el diseñador subtituló una foto de Melania estrechando la mano de uno de los asistentes del Papa, añadiendo: "¡Enemigos !!!! Recuerda #boycottdolcegabbana por favor"
Domenico Dolce y Stefano Gabbana se han convertido en los mejores amigos de Melania Trump desde que esta fue nombrada primera dama. Su cuenta de Instagram está repleta de imágenes suyas vistiendo diseños de la firma italiana, acompañadas de miles de corazones en los pies de foto. Uno de los modelos más comentados fue el abrigo de flores bordadas valorado en 46.000 euros que lució durante su estancia en Europa, una de las piezas más caras de la colección de los creadores italianos. En las redes sociales se comparó su precio con el salario medio estadounidense de 2015, que ronda los 50.000 euros, y también con la polémica que se creó cuando Michelle Obama, la anterior primera dama de EE UU, llevó un vestido de 1.800 euros en otro encuentro y también fue fuertemente criticada.
Desde la elección de Trump como presidente de los Estados Unidos, varios diseñadores como Tom Ford o Marc Jacobs rechazaron públicamente vestir a la nueva primera dama.
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