En los cacilheiros, barcos que hacen la travesía del río Tajo entre Lisboa y Cacilhas, muchos pasajeros se entretienen leyendo.Enric Vives-RubioJunto al río Tajo, en la zona de Ribeira deas Naus, hay muchos espacios de sosiego para concentrarse en la lectura.Enric Vives-RubioOtro lector se acomoda ante el Tajo en la Ribeira das Naus.Enric Vives-RubioPara leer el periódico es ideal un rincón de alguna de las numerosas pastelerías salpicadas por las calles de Lisboa.Enric Vives-RubioEn el mirador de Sao Pedro de Alcantara se puede leer disfrutando de hermosas vistas de Lisboa.Enric Vives-RubioUna joven lee en los tranquilos jardines de la sede de la Fundación Calouste Gulbenkia en Lisboa.Enric Vives-RubioInterior de la librería Ler Devagar, considerada una de las más bellas del mundo, ubicada en el moderno complejo comercial y cultural LxFactory, ubicado en la antigua zona industrial de Lisboa.Enric Vives-RubioLa biblioteca de Sao Lazaro, creada en 1883, es la más antigua de Lisboa.Enric Vives-RubioBarbara, empleada del Centro Nacional de Cultura portugués, consulta un libro en la biblioteca de la institución. Esta biblioteca es uno de los pocos espacios públicos en los que se puede observar la estructura 'gaiola pombalina' (jaula pombailina), un sistema de construcción antisísmico que se utilizó en el barrio de La Baixa de Lisboa para reconstruir los edificios derrumbados por el terremoto de 1755.Enric Vives-RubioEstatua del escritor portugués Fernando Pessoa en la plaza lisboeta de Chiado.Enric Vives-RubioEn el jardín del Torel dan sombra a los lectores los jacarandas, árbol que en primavera colorea de lila la ciudad de Lisboa.Enric Vives-Rubio
